Cada inicio de mes es un hervidero de nuevas estadísticas laborales, pero este mes cobran especial importancia con la inminente campaña electoral de cara a las elecciones del 26 de junio. Estas cifras son las que unos y otros partidos del régimen utilizarán para engañar al votante y aludir que su opción es la única válida de cara a estas elecciones. Desde Tinta Roja queremos ir más allá y mostrar cómo detrás de estas cifras, independientemente de si son positivas o negativas, se esconden cada día peores condiciones laborales.
Baja el paro, sube la temporalidad
Cuál es nuestra sorpresa cuando al abrir la prensa vemos cómo nos asaltan titulares optimistas acerca de una bajada del desempleo, algo que si el lector de la noticia acepta sin más puede llevarnos incluso a pensar que realmente estamos saliendo de la crisis y se está empezando a generar empleo. Este es el segundo mes consecutivo que las cifras totales de parados se reducen y los afiliados a la seguridad social aumentan, algo que sin duda oiremos durante buena parte de la próxima campaña electoral. ¿Es esto sinónimo de una buena gestión por parte del Partido Popular? Nada más lejos de la realidad o al menos nada si entendemos por buena gestión el crear trabajos que realmente permitan subsistir a las familias.
Repasando un poco las cifras detrás de las noticias vemos cómo hay gato encerrado. Con estas nuevas altas hemos conseguido el dudoso prestigio de tener un 39.1%1 del total de los trabajadores con contratos temporales o indefinidos a tiempo parcial que viene a significar, catalogándolo de otra manera, que 4 de cada 10 trabajadores españoles tiene contratos basura que no sirven para mantener una familia con un mínimo de estabilidad. Viendo las cifras de los contratos firmados de un tipo u otro, indefinidos y temporales, la cifra aún es más desoladora: 1.748.4492 contratos totales han sido firmados en mayo, de estos contratos fueron temporales 1.602.6893 . Por contra apenas 145.760 contratos fueron indefinidos, menos de un 10%.
Las cifras son tozudas y nos muestran que esta supuesta buena gestión de la que sin duda presumirá el Partido Popular a lo largo de este mes lo que esconde es trabajo mal pagado, temporalidad extrema y un gran beneficio para los empresarios de este país. Evidentemente para el empresario que se va a poder aprovechar de un joven con contrato de formación o en prácticas durante varios años le va a parecer una gestión buenísima. Pero es este joven el que, camuflado como una simple cifra, aparece en estas estadísticas que a los incautos hará creer que estamos saliendo de la crisis.
El propio Estado deja desatendida a la mitad de la población desempleada
También vemos como estas cifras reflejan una cara oculta de la moneda, que El País ha dejado pasar casi de soslayo y que en lo que nos respecta a toda la clase obrera de este país es igual o más importante: Las prestaciones y subsidios por desempleo cubren al 52.8% de los desempleados.
Esta demoledora cifra, la que nos dice que casi un 48% de la población desempleada no recibe absolutamente nada, parece mentira que haya pasado desapercibida para los grandes medios de comunicación. Estos mass media que nos inundan durante días con noticias acerca de Venezuela no son capaces de informar de que la mitad de los parados de su país no tienen ninguna ayuda para sobrevivir y están en la más absoluta miseria. Les parece mucho más importante que Albert Rivera se reúna con la oposición venezolana denunciando los problemas de Venezuela y callan ante la situación de los niños andaluces, donde la mitad viven por debajo del umbral de la pobreza .
Estos temas probablemente no salgan en la campaña electoral, es mucho más útil ir a shows televisivos a hablar sobre temas banales y mostrarse cercanos y campechanos mientras les dan la espalda a toda la población que se esconde detrás de la pared de cristal del televisor. Es por ello que desde Tinta Roja pedimos al lector que reflexione acerca de todas las cifras que vea y oiga estos días y piense si realmente estamos saliendo de la crisis o nos estamos hundiendo aún más en el fango del desempleo y la temporalidad.
[1] http://economia.elpais.com/economia/2016/06/02/actualidad/1464850119_447247.html
