Los jóvenes ricos de España

No hace mucho que el periódico El Mundo sacó a la luz una lista con las 200 fortunas más grandes de España, entre ellas no es posible encontrar a ningún joven millonario que no haya heredado su riqueza. La "cultura del esfuerzo" no parece suficiente para ser rico.

La lista, como no, la encabeza por mucho Amancio Ortega, dueño del imperio Inditex, en tercer lugar encontramos a su hija (Sandra Ortega), la cual entró en la lista después de la muerte de su madre, de la que heredó su gran fortuna. Entre ambos suman un capital de 75.450 millones de euros. Una cifra superior al PIB de Irlanda en 2016.

Estas cifras de vértigo son difíciles de creer, pero son totalmente reales. Y es que reflejan perfectamente la realidad que nos rodea, este país está controlado por ese grupo de personas cuyo poder económico no parece conocer límites. Sin embargo, entre tanto lujo y riqueza ¿Dónde queda la igualdad de oportunidades? ¿Puede un joven cualquiera alcanzar esos niveles de vida?

Lo cierto es que sí, es posible, en la misma lista encontramos muchos ejemplos, hijos e hijas que continúan con la noble tarea de sus padres, la de amasar más y más dinero con el único fin de no quedarse atrás en la lista.

Es más, El Mundo diferencia entre tres tipos de fortuna distintos, la que pertenece a un hombre, la que pertenece a una mujer, y la que pertenece a una familia. Este último tipo de fortuna representa el 35,5% del total. Todo queda dentro de la familia, especialmente el patrimonio, muchas grandes fortunas se han construido entrono a familias, y esto no tiene nada de sorprendente.

Los ricos no envían a sus hijos a una escuela pública, los hijos de los ricos no cogen el metro, no se crían en barrios humildes de la periferia. Los hijos de los ricos, en cambio, estudian en universidades de prestigio, tienen el tiempo y los recursos necesarios para estudiar una carrera y sacarse un máster sin mucho problema, los hijos de los ricos no tienen amigos entre la gente común, se mueven junto a gente influyente (como ellos) donde pueden establecer contactos muy provechosos en el futuro. Y sobre todo, cuando uno de estos jóvenes, que ha crecido entre las comodidades de la riqueza, sale al mercado laboral cuenta, en muchos casos, con un patrimonio inicial que supera con creces las ganancias anuales de cualquier trabajador. En estas condiciones es difícil no tener éxito.

Pero ¿qué hay del "sueño americano"? ¿Dónde queda entonces esa idea de que con esfuerzo uno puede hacerse rico? si bien la historia conoce ejemplos de personas que formaron grandes compañías de la nada, lo cierto es que su número es tan pequeño como anecdótico (y cada vez más, perteneciente al pasado), apenas merece ser señalarlo en comparación con la absoluta mayoría de fortunas que provienen de herencias y capital familiar, y siempre de la explotación de sus trabajadores.

Como en la época feudal, uno no puede ascender en la jerarquía social, el siervo nunca llegará a noble, del mismo modo que el hijo de obreros nunca llegará a gran empresario. Existe una serie de divisiones sociales que dejan fuera del juego a aquellos sin suficientes recursos. Nacemos con un futuro fuertemente condicionado por la clase social de nuestros padres, hay quienes podrán mejorar su situación económica con respecto a sus orígenes (de igual forma que hay quienes verán como empeora), pero entrar en el club de los millonarios es imposible, ellos cada vez tienen más dinero y nosotros menos oportunidades.

El esfuerzo y la inteligencia no son condiciones suficientes para estar entre los más ricos de este país, ni mucho menos, tiene que ver más bien con la herencia. Echad un ojo a la lista y podréis comprobarlo.

 


Fuentes:

http://www.elmundo.es/grafico/economia/2017/01/31/588f7b1d46163fc33d8b4655.html

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