El lobo de Wall Street, la orgía del capital financiero

Tinta Roja recomendamos para este fin de semana la película "El lobo de Wall Street", una superproducción de Martin Scorsese que refleja la vida de la burguesía lumpen que tiene un peso importante en las decisiones económicas del mundo capitalista.

El director neoyorquino Martin Scorsese lo ha vuelto a hacer: ha dado un puñetazo en la mesa y nos ha dejado una de las películas más intensas y explosivas de los últimos años, El lobo de Wall Street, que sin duda se sitúa junto a otras obras del director (Taxi Driver, Uno de los nuestros, Casino) en el hall of fame de la Historia del Cine.

Basada en las memorias de Jordan Belfort, El lobo de Wall Street cuenta la historia del famoso corredor de bolsa (magistralmente interpretado por un espectacular Leonardo DiCaprio), o más bien la historia de sus adicciones, suponiendo que el uno pueda separarse de las otras, y de cómo éstas llevan al libertino broker a la cima del éxito financiero para después iniciar su descenso a la más absoluta decadencia moral, todo ello sumergido en una orgía de dinero, drogas, sexo y testosterona que encuentra en los parqués de Wall Street el mejor caldo de cultivo para su desarrollo.

Y es que el retrato que Martin Scorsese hace de la bolsa de Nueva York, y por ende del sueño americano en su conjunto, si bien no es de denuncia social por su carácter alienante, sí constituye un firme insulto a toda esa pandilla de sinvergüenzas que a duras penas dirige el mundo entre sobredosis y sobredosis. Scorsese realiza una esperpéntica caricatura del mundo financiero, dibujándolo como si de una rave de millonarios se tratase, un macrobotellón de yuppies cuyo inmoral libertinaje de lujo hortera se encuentra únicamente reservado a los ricos, siempre dispuestos a esnifarse los ahorros de cualquier desgraciado. Lo preocupante de toda esta historia es que es la ideología de esa burguesía lumpen la que se ha constituido como sentido común en nuestra sociedad, transmitiéndose día tras día en infinidad de seminarios y facultades de Economía y Marketing a lo largo y ancho del globo.

Volviendo al aspecto técnico, hay que insistir en que el tándem Scorsese-DiCaprio vuelve a funcionar a la perfección, así como el conjunto del reparto del filme, destacando Jonah Hill en el papel del inseparable compañero de aventuras de Belfort y Matthew McConaughey como Mark Hannah, quien oficia el bautismo de fuego del joven broker en la jungla que es Wall Street (en una intervención tan breve como sensacional).

Así, con El lobo de Wall Street Martin Scorsese demuestra que sigue en forma, que probablemente sea el mejor director de cine norteamericano vivo, y que desde luego es uno de los mejores cineastas de la Historia del séptimo arte.

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