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Jue28032024

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¡Gracias por venir!: La labor de las Brigadas Internacionales en la Guerra Civil

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Este octubre se cumplirán 77 años de la llegada de los primeros brigadistas que lucharon en la guerra nacional-revolucionaria en apoyo del pueblo trabajador español frente a la sublevación franquista y en defensa de la II República. Miles de voluntarios de decenas de países vinieron conmovidos por la cruel injusticia que estaban sufriendo los republicanos ante la barbarie fascista y no dudaron en dar su vida demostrando que la solidaridad internacional está intrínseca dentro de la moral de los trabajadores de todo el mundo, sin importar su nacionalidad.

El 21 de julio de 1936 se produce una reunión de urgencia de la Internacional Comunista (Komintern) y de la Internacional Sindical Roja (Profintern), sobre la mesa aparece un punto fundamental, el golpe de Estado ocurrido en España 3 días antes y que busca derrocar un gobierno democrático reemplazándolo por un estado fascista. Ante esta situación se aprueba que sea la Profintern, dirigida por Gaston Monmousseau la que dote de una ayuda de 1000 millones de francos franceses, de los cuales 900 millones serán depositados por la Unión Soviética. De esta reunión saldrá también el acuerdo de contribuir con varias brigadas de voluntarios a los que se les dote del equipamiento necesario para la guerra así como de ayuda humanitaria para el pueblo español.

Antes de la creación de estas Brigadas Internacionales multitud de obreros franceses que trabajaban en la frontera ya habían cruzado los Pirineos y se habían unido a la lucha en defensa de los valores democráticos republicanos, al igual que el gran número de deportistas participantes en las Olimpiadas Populares de Barcelona, estos serán los primeros combatientes extranjeros en el bando republicano y a ellos se unirán más tarde, el 12 de octubre, los primeros brigadistas que llegarán al puerto de Alicante y no llegarán a Albacete hasta el 13 de octubre debido a la multitud de paradas que tuvieron que realizar en el camino ante el clamor popular y los homenajes que recibieron por venir a luchar aquí. El 15 de octubre, Luigi Longo empezará a crear las primeras compañías y el 22 de octubre junto a otros representantes de distintos países se presentarán al presidente de la República, Diego Martinez Barrio, poniéndose a pleno servicio del Ejército Popular y constituyendo formalmente las Brigadas Internacionales. Unas Brigadas que a pesar de estar estimadas en unos 5000 combatientes demostraron que la solidaridad internacional no tiene límites y llegaron a un total de unos 35000 combatientes, cifra que varía según el autor y que algunos sitúan en 593801 firmando una conmovedora Declaración por parte de todos los voluntarios:

"Soy un voluntario de las Brigadas Internacionales porque admiro profundamente el valor y heroísmo del pueblo español en lucha contra el fascismo internacional; porque mis enemigos de siempre son los mismos que los del pueblo español. Porque si el fascismo vence en España, mañana vencerá en mi país y mi hogar será devastado. Porque soy un trabajador, un obrero, un campesino que prefiere morir de pie a vivir de rodillas. Estoy aquí porque soy un voluntario y daré, si es preciso, hasta la última gota de mi sangre por salvar la libertad de España, la libertad del mundo."1

Especial importancia tendrán los brigadistas en la batalla de Madrid, a la que serán requeridos en su gran mayoría debido al avance fascista y acudirán sin pensarlo en ningún momento ya que, como dice el brigadista Luigi Longo "Es el momento decisivo. Mañana podría ser demasiado tarde." Estos brigadistas llegarán a Vallecas el día 8 de noviembre y desfilarán ante el pueblo de Madrid siendo recogida su reacción por este mismo brigadista: "La muchedumbre estalla en aplausos, saluda con el puño cerrado, grita su admiración y su entusiasmo." Otro brigadista al llegar declarará solemnemente: "Pueblo de Madrid, hemos venido para ayudaros a defender vuestra capital con el mismo ardor que si fuese la capital de cada uno de nosotros. Vuestro honor es el nuestro; vuestra lucha es la nuestra."

La ayuda de estos brigadistas solidarios no fue únicamente militar sino que la ayuda sanitaria a la población civil incluyendo el gran complejo hospitalario construido en 1937 en Albacete, donde estaba la base principal de las Brigadas, y la ayuda económica por parte de los sindicatos franceses y los víveres traídos desde la Unión Soviética fue fundamental para la resistencia frente al avance del fascismo hasta que los dirigentes de los distintos estados, ante el pacto de no intervención, mandarán repatriar a todos sus brigadistas en 1938 dejando sola a la República junto a la lejana ayuda de la URSS frente a los fascistas, entre los cuales el número de soldados italianos y alemanes no se redujo evidenciando que esta supuesta no-intervención solo en un bando supuso la muerte de la República.

Notas:

1. http://www.brigadasinternacionales.org/index.php?option=com_content&;view=article&id=47&Itemid=55

 


Cristian Ferrer es Subdirector de Ocio y Cultura de Tinta Roja.

 

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