“Los hombres libres de Jones”: esclavos y agricultores unidos por la emancipación

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Hoy, en Tinta Roja, os recomendamos Los hombres libres de Jones, la última película dirigida por Gary Gross. Basada en el episodio de la Guerra de Secesión en el que, mediante una alianza entre los pequeños propietarios y esclavos, el condado sureño de Jones (Misisipi) sería testigo de una fuerte oposición a los Confederados y al sistema esclavista que intentaban hacer perdurar.

Esta película, del estilo de Sufragistas en lo que se refiere a la mezcla entre biografía, documental y ficción histórica, se centra en la figura de Newton Knight, un pequeño propietario que acabó desertando del ejército confederado y encabezando una lucha organizada de esclavos y pequeños agricultores unidos. Esta lucha contaba con dos ejes principales: por un lado iba contra la reclutación forzosa y el expolio de recursos destinado a sufragar los gastos del ejército y, por otro (y más determinante), contra el esclavismo, tanto en las formas de pre-guerra como en la post-guerra, cuando se intentaba disfrazar bajo la figura del “aprendiz”.

La figura de Newton Kight a día de hoy sigue siendo incómoda. Su matrimonio y 6 hijos con una ex-exclava, Rachel, que sería la primera mujer negra propietaria de tierras, el haber fundado con su compañera la primera comunidad interracial de la región.

Se nos muestra de manera bastante evidente la contradicción entre la aristocracia terrateniente y los que formaban el ejército que defendía sus intereses en la guerra. En este contexto concreto, con la ley que eximía a los propietarios de al menos 20 esclavos de tener que ir a la guerra, y la reclutación forzosa de los más humildes. Esta reclutación forzosa dejaba sin medio de subsistencia a las familias, que a la vez tenían que ceder el 10% de sus recursos. Cabe decir que eran frecuentes los abusos de poder por parte de la comitiva encargada de cobrar el impuesto para la guerra, siendo este porcentaje aún mayor.

La guerra de Secesión, y este evento en particular, es una muestra del choque entre dos sistemas opuestos cuya convivencia era delicada. En un momento en el que todavía se estaba expulsando a los nativos americanos de sus tierras y se estaban creando nuevos estados, este antagonismo se intentó paliar intentando mantener un equilibrio, intentando que fuera un estado de nueva creación donde se imponía el sistema esclavista basado en la producción agraria por cada cada nuevo estado por el que se implantaba un sistema más acorde al modelo unionista, más industrial y sin una necesidad tan directa del esclavismo para su supervivencia. Pero los estados esclavistas veían una amenaza en lo siguiente: Por un lado, el crecimiento demográfico del sistema norteño, que derivaba en tener una menor representación en el Parlamento y por tanto en pérdida de poder político. Por otro, la amenaza de perder poder económico dada la necesidad expansionista de ese sistema. Limitada esta expansión, vital para su supervivencia, ese sistema quedaría condenado al colapso, ya fuera mediante una revelión de esclavos o una guerra para recuperar todo el poder que la aristocracia terrateniente sureña iba perdiendo paulatinamente. El desenlace de esta contradicción es de sobra conocido.

Junto al ademán emancipatorio de los esclavos negros, que sería la mayor expropiación de la propiedad privada hasta ese entonces, se presentó la necesidad de reformar esa misma propiedad, teniendo la pretensión de un reparto de tierras a los ex-esclavos. Esto fué truncado por el triunfo posterior de la reacción, que lograría llevarse por delante muchos de los derechos de los esclavos conquistados en la guerra, siendo el Ku Klux Klan brazo del terror de esa reacción y continuidad de la segregación y la discriminación a los afrodescencientes. En este sentido, se nos sitúa 100 años después de la finalización de la contienda, mostrando esa continuidad.

Cabe destacar, entre otros eventos de este episodio de la historia,y aunque no se haya reflejado en la película, que el algodón manchado de sangre esclava que llegaba a las fábricas téxtiles inglesas no fue el único vínculo entre la clase obrera inglesa y los esclavos negros de Estados Unidos. Lo que hoy conocemos como internacionalismo proletario se alzaría firme rechazando ir a la guerra, tal y como pretendían los gobiernos inglés y francés, y a pesar de que la crisis del algodón desencadenada por la guerra amenazara los puestos de trabajo de esos mismos obreros a corto plazo. De este modo, el hermanamiento no se quedaría únicamente entre aquellos desangrados por el mismo terrateniente, atravesando todo un océano. De esos vientos, nacería más tarde la I Internacional.

Este filme llega en un momento particular, y nos recuerda que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla. Siendo la de EEUU una historia en la que el racismo ha cobrado gran importancia, en 2016, uno de cada cinco asesinados por la policía era negro, representando a su vez el 40% de la población carcelaria, entre otras más. Los humildes siguen derramando su sangre en guerras que no son las suyas. El trabajo esclavo ya no tiene lugar en el sur de EEUU, con nueva forma y mismo fondo sigue presente en lo que hoy se empeñan en llamar tercer mundo: entonces fue el algodón, hoy es el coltán. Y a la burguesía sigue sin temblarle el pulso a la hora de aplastar el mínimo progreso, y seguirá sin dudarlo hasta su muerte. Lo vimos y lo seguiremos viendo allí donde se vea amenazado su poder. Ante esto, y atravesando un periodo de derrota ideológica y desarme del movimiento obrero, la solución de lucha y organización es lo único que puede poner solución a esta barbarie.


Lecturas recomendadas donde se pueden encontrar escritos sobre la Guerra de Seccesión:

            Carlos Marx y Federico Engels. La Guerra Civil en los Estados Unidos; Buenos Aires, Lautaro, 1946 (http://www.elaleph.com/libro-usado/La-guerra-civil-en-los-Estados-Unidos-de-Carlos-Marx-Federico-Engels/1835279/) - Recopilación de correspondencia y artículos publicados sobre la Guerra Civil Norteamericana

            Carlos Marx y Federico Engels. Obras Escogidas tomo II; Moscú, Editorial Progreso, 1980 (debe haber uno donde haya más textos, si no encuentro ninguno propongo dejarlo)

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