Camarada Esther, que la Tierra te sea leve

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Juan Carlos Fernandez Velasco

El pasado 28 de abril, la comarca del Besaya perdía un referente político, un ejemplo de honestidad, sencillez y coherencia absoluta para todos aquellos que luchamos día tras día por una sociedad nueva y justa.

 La clase obrera cántabra sufrió un duro golpe moral con la marcha de la compañera Esther García, que siempre estuvo del lado de aquellos y aquéllas que no tienen voz, siempre estuvo junto a los y las que luchaban por sus derechos, junto a los trabajadores, en cada lucha que éstos emprendían.

 Esther representaba como nadie, y sigue representando tras su marcha, los valores que nosotros, como Juventud Comunista, intentamos hacer nuestros día tras día; La firmeza en sus convicciones, la solidaridad, el espíritu de superación, el pelear siempre por los derechos de los trabajadores, el coraje y la bravura de aquellos que saben que hacen lo correcto. 

Esther, militante comunista desde los años 70, inició su actividad política con su participación en el por aquel entonces, naciente, movimiento feminista (Asociación de Mujeres de Torrelavega y su Comarca). Más recientemente, en 2007, participó en la fundación de la ACPT (Asamblea Ciudadana Por Torrelavega), colectivo al cual representó desde entonces en el Ayuntamiento de la ciudad.

 Tras su marcha física, numerosos fueron los homenajes y actos de recuerdo para con la compañera Esther, uno de los más significativos fue el minuto de silencio en su recuerdo al finalizar la manifestación del Primero de Mayo, Día Internacional de la Clase Trabajadora, realizada en Torrelavega. Fue especialmente significativo, porque más allá del protocolario homenaje que las instituciones hacen habitualmente en casos como este, en el caso de Esther, fuimos los trabajadores y los estudiantes, quienes, en un día tan significativo como el Primero de Mayo, quisimos rendir un homenaje a quien se enfrentó siempre que pudo a la barbarie y a las injusticias de este sistema.

 Si hay algo que tiene que quedar meridianamente claro, es que esta Juventud Comunista, y los futuros militantes que vendrán, tendremos en Esther un ejemplo cercano y sencillo que tener siempre en cuenta. Pero ahora toca luchar, no olvidarnos de los que pusieron su vida al servicio de los trabajadores, y no dejar de aprender jamás de su ejemplo, pero mirando siempre hacia adelante, afrontando y superando los retos que la lucha de clases nos va marcando.

 En la situación actual, con la crisis estructural del sistema agudizándose día tras día, con el ataque constante y directo al que la clase obrera y los sectores populares son sometidos, con el aumento de la criminalización contra la juventud combativa etc, el mejor homenaje que podemos hacer a Esther, y estoy seguro que el que más la habría emocionado, es seguir en la lucha, con la bandera de los trabajadores bien alto, no renunciar, no desfallecer en los momentos difíciles, asumir nuestra responsabilidad como militantes comunistas y siempre seguir en la lucha por un sistema basado en las necesidades de los y las trabajadoras, seguir en la lucha por el socialismo-comunismo.

Compañera Esther, ¡Presente!
Que la Tierra te sea leve.