Que empiece el espectáculo

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Vanessa García

Comisión Antiimperialista del CC de los CJC

Estos son días en los que en el Estado Español volvemos a ratificar una vez más la necesidad histórica de derrocar al capitalismo, su inviabilidad como sistema económico, la imposibilidad de satisfacer las necesidades elementales de la mayoría del pueblo trabajador dentro de él. Lo hacemos una vez más con la cruda realidad de los datos: con los 5.965.400 parados/as, con el 26,02% paro, con los 1.833.700 hogares con todos su miembros en paro y con el 55,13% de paro juvenil.

Pero son días también de espectáculo. La toma de posesión de Barack Obama como presidente de Estados Unidos se ha desarrollado en una inmensa carpa circense dispuesta por la oligarquía monopolista internacional: fastuosos actos institucionales, actuaciones musicales de divas y divos que han llenado portadas, papel destacado para la bendición del Papa, y como no podía faltar el público: una burguesía estadounidense que previo pago de 15.000€ tuvo el privilegio de asistir en directo al desarrollo de la trama. El papel protagonista de Barack Obama con su interpretación magistral en torno a la esperanza ¿esperanza para quién? No lo puntualizó, pero sin duda se refería a esa oligarquía imperialista que dispuso un espectáculo a su medida, y a la esperanza de seguir incrementando las condiciones de explotación de la clase obrera internacional, de continuar con su política de guerra y expolio en Libia, Siria o Mali y de continuar manteniendo la hegemonía de la industria armamentística, de la sanidad privada, de la educación para las élites….

Y como este gusto por el espectáculo es compartido por los monopolios a nivel planetario, en España los propietarios del Grupo Prisa no podían quedarse atrás, casi inspirados por la toma de posesión de Oscar han edificado otro circo internacional. Un circo para el imperialismo y en concreto para sus intereses en Venezuela: foto de portada de un enfermo intubado en 2008 que han querido pasar por exclusiva mundial que reflejase sus esperanzas para con la salud del presidente Hugo Chávez. Sin embargo, lo que pretendían fuera un drama con final feliz para la burguesía imperialista en Venezuela, a ojos de todos los pueblos del mundo se quedó en la actuación de los payasos, en un estrepitoso ridículo internacional. Por supuesto, lejos de reconocer que la oligarquía monopolista en su desesperación actual adoptará todas  las medidas necesarias para deslegitimar los avances de la clase obrera internacional y los sectores populares del mundo; el Grupo Prisa ha achacado su “error” a las “particularidades políticas de Cuba y las restricciones informativas que impone el régimen” *

¿Y no será que olvidan que las particularidades políticas del “régimen” son precisamente ser un gobierno del pueblo y no de una minoría de burgueses como sus propietarios? Quizá por error se han olvidado de mencionar el desarrollo de la sanidad pública de Cuba socialista, que no sólo atiende en las mejores condiciones al presidente Hugo Chávez- gracias a lo cual pueden ya lamentarse de su recuperación-, sino que mantiene mejores indicadores en todos los campos de salud del pueblo que los Estados Unidos (datos reconocidos por la ONU). Puede que también sea un error pensar que las restricciones en la información cubana vienen de los intereses de un reducido grupo, error que se comprende por asimilar el papel que los monopolios de la información al servicio de la oligarquía juegan en el mundo. Pero no, para sacarles del error: en la República Socialista de Cuba los medios de comunicación son del pueblo y están a su servicio, y no se debe a particularidad de ningún tipo, sino que es el simple sentido común de ese pueblo el que impide que se difunda foto alguna de una persona enferma en una intervención para que ustedes tengan su farsa.

¿Y no será que también se han olvidado de mencionar sus intereses compartidos con la oligarquía venezolana y el imperialismo yanqui para desestabilizar y socavar las bases del gobierno democrático-popular venezolano? Desde que se conociera la enfermedad de Hugo Chávez y con su último viaje a La Habana muchas han sido las maniobras internas de estos grupos para deslegitimar al gobierno del pueblo venezolano, con su punto álgido en las amenazas directas de golpe de estado con motivo de la fecha de toma de posesión, y por su puesto, apoyados por toda una campaña de terrorismo informativo a nivel internacional.  En todos estos intentos por devolver a Venezuela a la prehistoria de su proceso liberador y al yugo de la explotación imperialista han también pasado por alto algo: La revolución antiimperialista venezolana no es Hugo Chávez, es la clase obrera y los sectores populares venezolanos. Es el pueblo venezolano quien el 7 de octubre pasado ha votado masivamente por no cederles su soberanía popular a estas fuerzas imperialistas, por seguir avanzando en la conquista de sus propios intereses en la lucha de clases que hoy se agudiza en Venezuela, y por la reelección una vez más del presidente Chávez. Y ese pueblo cuenta con una experiencia acumulada  de 14 años de revolución popular antiimperialista, con un proceso de construcción de poder popular y con una conciencia de clase creciente como se demuestra en el fortalecimiento del Partido de la clase obrera venezolana (PCV). Y a este pueblo todavía le queda mucho por andar, pero sin duda, ya no vendrá su camino marcado por las necesidades del imperialismo, sino que vendrá marcado por sus propias necesidades, por sus propios intereses, porque el pueblo venezolano  ha vencido en la conquista de su soberanía. El reto que afronta ahora la revolución venezolana es el de seguir  avanzando en la construcción del poder obrero y popular, en la conformación de una dirección colectiva revolucionaria, que resolverá cualquier duda acerca de “relevos” o sucesiones, no a la manera de la burguesía: con una lucha “mortal” entre candidatos, sino a la manera de la clase obrera y los sectores populares: ahondando en los planteamientos revolucionarios de fondo y avanzando colectivamente hacia estadios superiores en el surgimiento de una nueva sociedad.

Sepa la oligarquía imperialista que en Venezuela tendrán también un espectáculo pase lo que pase, pero no será el que ellos quieren, no oirán la voz esta vez de Alicia Keys, la voz que  continuarán oyendo en Venezuela es la de un pueblo que seguirá luchando y seguirá venciendo

*Relato de un error de El País. http://internacional.elpais.com/internacional/2013/01/26/actualidad/1359234203_875647.html

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