A todos nos gustan cuando llegan las vacaciones de navidad para poder descansar de la rutina, tener tiempo para el ocio y reunirnos con nuestros amigos y familiares, pero la realidad para el estudiante universitario es bien distinta, ¿son realmente fiestas las vacaciones de navidad?
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Con el Plan Bolonia el curso queda divido en dos semestres, por lo que el curso que se inicia en septiembre termina a finales de enero. Esto hace entorpecer enormemente la vida del estudiante que se ve obligado a aprovechar las fiestas para estudiar y hacer los últimos trabajos pendientes, en el caso de que antes de fiestas haya podido efectuar algún examen o parcial. Muchos de nosotros tenemos exámenes a la vuelta y es una tarea muy difícil podernos hacer cargo de la cantidad de trabajo acumulado en tan poco tiempo. Pero no es solo eso, los campus virtuales de las universidades, es decir, plataformas online donde los estudiantes pueden acceder a material que cuelgan los profesores, están cerrados por mantenimiento, por lo que dificulta aún más si el estudiante necesita comunicarse con el profesor o descargar algún tipo de documento. Además otro hecho importante es que la mayoría de bibliotecas de las facultades cierran en fiestas para ahorrar electricidad y salarios, saliendo así perjudicado el estudiante que no puede acceder a centros para poder estudiar.
Pero muchos estudiantes tienen realidades difíciles por lo que se ven obligados a sacrificar sus fiestas para trabajar y poderse pagar así sus estudios y el transporte, y es bien conocido que en este período de consumo abundan los pequeños empleos donde a muchos de nosotros no nos queda otra opción que tener que aceptarlos, aunque sea en condiciones muy precarias y que dichos trabajos sean temporales. Por lo que un estudiante que trabaja se ve obligado a reducir aún más su tiempo para estudiar y para poder celebrar las fiestas. Los únicos que salen ganando de las fiestas son los empresarios que utilizan esta etapa de ventas para poder así tener más beneficios. Uno de los empleos más habituales de los estudiantes universitarios es trabajar como ayudante y cajero en los grandes centros comerciales y comercios. Muchas veces, acabado el período de fiestas y de rebajas, a estos trabajadores se les echa o no se les renueva el contrato. Por lo que los períodos de trabajo coinciden con un momento intenso para poderse preparar los exámenes finales, y no solo eso, las obligaciones familiares reducen aún más las horas para poder estudiar.
Sea como sea, los estudiantes no nos queda otra opción que organizarnos y señalar claramente a los culpables de esta situación dramática que se han convertido unas fiestas que deberían de ser de ocio y descanso. Los verdaderos culpables han sido las imposiciones de la Unión Europea con las reformas del Plan Bolonia y que desgraciadamente, en breves, dará paso al EU2015.
