Las particularidades de estudiar en la UNED

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La UNED, Universidad Nacional de Educación a Distancia, es considerada como la universidad pública que permite cursar estudios a distancia a aquellos estudiantes que, por diversas cuestiones ligadas a la base económica ya sean cuestiones laborales, de movilidad o puramente económicas, no pueden cursar sus estudios en una Universidad de forma presencial, algo fundamental desde la implantación del Plan Bolonia en el resto de universidades del Estado.

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Analizando ciertos datos de la UNED en los últimos años vemos una clara tendencia que muestran los porcentajes bastante elevados en cuanto al número de alumnos que se desmatriculan cada año. Asimismo, los alumnos también tienden año tras año a matricularse de un menor número de créditos, cursando con ello menos asignaturas lo que ralentiza muchísimo la obtención de un título universitario.

Además, puede observarse como las tasas universitarias impuestas para las matrículas y titulaciones de la UNED son bastante similares a las matrículas del resto de Universidades queriendo incluir en este aspecto que van incrementándose vertiginosamente en los últimos años de manera notoria. Los datos que pueden encontrarse en la página web de la UNED señalan los precios que se establecen para las matrículas de este curso 20014/2015. El precio por crédito en una matrícula ordinaria oscila entre los 26, 38 euros en las titulaciones marcadas como políticas, sociología, derecho, filosofía, geografía e historia hasta los 47,04 euros en químicas o 44,90 en diferentes ingenierías.

Observando y compilando todos estos datos podemos llevar a cabo un análisis de esta realidad concreta que sitúa a los estudiantes en la UNED. El motor principal que hace funcionar esta forma de universidad pública es que la mayoría de alumnos se ven obligados a trabajar a la vez que estudian debido al progresivo aumento de las tasas y matrículas y a las reducidas opciones que el sistema capitalista caduco nos ofrece. Esto viene a consecuencia de la expulsión de muchos estudiantes, hijos e hijas de la clase obrera, de la Universidad pública ante la imposibilidad de estas familias de seguir aguantando los costes universitarios.

Debido a esto, muchos estudiantes se ven forzados a tener que compaginar una vida laboral con una vida académica viviendo bajo unas condiciones de escasez de tiempo para poder además incluir a esos factores una labor familiar, social o simplemente de ocio. Las vidas de estos jóvenes se ven plenamente ocupadas en desarrollar y gastar sus fuerzas en la dualidad trabajo-estudios. Esto supone un gran problema para estos jóvenes que pertenecen al ámbito de la clase obrera y los sectores populares y que se encuentran desbordados ante esta situación. Ligando esta parte a que la diferencia entre las matrículas de la UNED y el resto de universidades públicas del estado es escasa o inexistente en muchos casos, los estudiantes prefieren matricularse de menos créditos ante la imposibilidad de poder prepararse como debieran y como les gustaría los estudios reduciendo así el riesgo de tener que repetir con segundas o terceras matrículas lo cual desbordaría una vez más los gastos en la matriculación.

Todo este proceso se suma a una media de casi más del doble de los años que tardaría un estudiante en terminar la carrera en una Universidad pública. Es decir, si un estudiante en la actualidad terminaría un grado en aproximadamente 4-5 años, un estudiante de la UNED lo haría en aproximadamente unos 8 años.

Esta situación es muy provechosa para el gran capital puesto que mantiene a jóvenes considerados como mano de obra barata trabajando bajo unas condiciones totalmente precarias y, además, durante ese periodo hasta finalizar los estudios, como mano de obra no cualificada o poco cualificada lo cual supone un incentivo más para la explotación de estos jóvenes estudiantes.

Además, la realidad apunta a que muchos jóvenes no terminan sus estudios en la UNED al verse más absorbidos por la carga laboral donde también ven de manera difusa una expectativa de futuro sopesando que les vale más continuar con el trabajo que con los estudios.

Ante esta situación de estudios no presenciales la organización y creación de estructuras que agrupen a diferentes estudiantes desde la base para poder lograr una unificación organizada que defienda sus propios intereses es una tarea muy complicada. Estos factores ligados a que los estudiantes no se conocen entre sí, y únicamente mantienen conversaciones por medios virtuales o los diferentes lugares de residencia de los mismos complican esta labor organizativa. Pero desde luego, estas tareas no son imposibles, sabemos de nuestra experiencia diaria que a la Juventud Comunista nunca se le plantearon retos fáciles, encontrándonos trabas de forma continuada por diversos factores, y que es nuestra determinación y nuestro trabajo el que nos permite ver los resultados, algo que también debemos aplicar en el caso de la UNED para cumplir nuestra máxima de que en cada barrio, centro de estudios y de trabajo, haya Juventud Comunista.

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