- Mientras la consellería lo achaca a un brote sicótico, las asociaciones estudiantiles denuncian el poco seguimiento emocional y psicológico, derivado de los recortes
- El joven pasará al menos 3 años en un centro de menores
El lunes 20 de enero se produjo un hecho trágico en el instituto Joan Fuster de Barcelona, que tiene aún hoy a toda Cataluña conmocionada. Un alumno de tan sólo trece años irrumpió en el centro y asesinó con una ballesta de fabricación artesanal a un docente, hiriendo a más personas en el acto.
El alumno entró en el recinto provisto de la mencionada armada con la intención de asesinar a todas las personas posibles. Al irrumpir en el aula dónde sus compañeros recibían clase se produjo el caos. Los ruidos atrajeron al profesor del aula contigua, que tratando de impedir que el joven cometiese una locura, fue asesinado en el acto.
La Consellera d'Educació de la Generalitat se apresuró a excusar al gobierno catalán, asegurando que se trataba de un hecho aislado y achacando el asesinato a un supuesto brote sicótico por parte del alumno. No obstante, el Front Estudiantil Unitari (FEU), que tiene militantes y estructura organizada en ese centro de estudios, aseguraba en un comunicado hecho público en su página web que "estos incidentes podrían evitarse si los centros tuviesen más recursos para hacer un seguimiento [...] personalizado a los alumnos no sólo a nivel académico sino también a nivel emocional y psicológico".
Al día siguiente se convocaron concentraciones, a mediodía, delante de todos los centros de estudios catalanes. En la Universidad Autónoma de Barcelona, representantes del FEU intervinieron ante la facultad de Ciencias Políticas y Sociología, denunciando la mercantilización de la educación que lleva asociada mayor presión para los alumnos y menos recursos para los centros, mientras que en Traducción e Interpretación el sindicato convocaba una concentración que contó con la presencia de centenares de estudiantes y ante la cual se hizo igual denuncia.
Por su parte, el joven que perpetró el asesinato ha sido internado en un centro de detención para menores, dónde pasará al menos tres años.
