Un joven de 24 años de edad fue detenido la semana pasada por los efectivos de la guardia civil en Tordesillas (Valladolid) por tráfico de drogas en un conocido festival de música electrónica. Fue acusado de tráfico debido a la cantidad de droga que portaba, -según fuentes de la guardia civil- speed y pastillas de éxtasis.
A pesar de que drogas como las anfetaminas o el éxtasis no tengan la misma popularidad que otras como el alcohol o el cannabis, éstas gozan de una cierta popularidad entre jóvenes de 16 años hacia adelante. Además, la juventud castellano-leonesa, lidera el ranking de CCAA con más jóvenes que reconocen consumir cualquier tipo de droga junto a Aragón y Extremadura.
Pese a que los cuerpos de seguridad del estado requisen estas mercancías y detengan a los traficantes, es obvio que el estado no tiene interés alguno en erradicar el consumo de estas sustancias nocivas en la juventud, ya que esta disminuye la capacidad de lucha de los sujetos que deberían ser más activos, los jóvenes. En la transición fueron los cuerpos de seguridad del estado quienes introdujeron la droga en los barrios más obreros y combativos, hoy debido al bucle de ocio insano que tiene la juventud -en el que las drogas tienen gran importancia- la juventud de extracción obrera y popular ni se plantea un ocio alternativo más allá de estos hábitos alienantes que sólo benefician a la clase dominante.
