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Vie19042024

Última actualización09:36:03 AM GMT


¡Parquímetros NO! Ni en este barrio, ni en ninguno

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Cada vez más las luchas populares en barrios obreros toman mayor protagonismo.Paralización de deshaucios, movilizaciones contra la especulación urbanística o las luchas llevadas a cabo contra la subida del precio del transporte público pueden ser motivo de lucha y organización.

En ete artículo queremos dar protagonismo y voz a la Asamblea de Jóvenes de Principe Pío. A finales del año 2013 el barrio de Casa de Campo  se ha visto afectado por el Servicio de Estacionamiento Regulado, -lo que se conoce como los parquímetros-.El consistorio municipal ha aprobado este servicio agravando aún más la situación de la clase obrera queriendo cubrir su deuda con esta tasa impuesta. Gracias a esta Asamblea de Jóvenes la movilización popular va en aumento participando, cada vez más, vecinos y vecinas del barrio ayudando a recabar firmas, tomando parte en asambleas o incluso realizando varias movilizaciones. Estas medidas antipopulares serán tumbadas gracias a la organización y a la lucha de un movimiento popular de masas siendo cada barrio un foco de resistencia hasta la ofensiva general contra el sistema en sí.

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El barrio de Casa de Campo es parte del distrito de Moncloa-Aravaca (Madrid), comúnmente llamado como Príncipe Pío y que se extiende desde esta estación hasta el Puente de los Franceses. El barrio se encuentra dentro de la M-30, se extiende a ambas riberas del río Manzanares y sus fronteras naturales, bordeado de un lado por la Casa de Campo y de otro por el Parque del Oeste, hacen de este un barrio muy característico, en el centro de la ciudad pero con un ambiente "de pueblecillo".

En los planes de implantación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), los parquímetros, el barrio quedó fuera dado que en esos momentos sufríamos varias obras de gran calado, como fue la construcción de un Parking subterráneo para el Centro Comercial de Príncipe Pío y, principalmente, el soterramiento de la M-30. Durante muchos años esto ha sido una situación ciertamente anómala, donde un barrio céntrico ha podido vivir sin los parquímetros.

Sin embargo, para finales de 2013 el consistorio municipal decidió que era el momento de ampliar el SER a nuestro barrio, al mismo tiempo que este servicio modificaba algunas de sus características en toda la ciudad. La justificación que siempre han dado las instituciones públicas (no solo en Madrid sufrimos esta lacra) para instalar esta tasa ha sido la de reducir la circulación de vehículos particulares y promover el transporte público haciendo una ciudad más sostenible. En el caso de nuestro barrio alegan además que los parquímetros supondrán el alivio de un problema de aparcamiento que, que si bien es cierto que en algunas zonas existe, se da principalmente en los alrededores de una serie de negocios cuya actividad se da fuera del horario que cubrirían los parquímetros.

Estos argumentos son de la más sincera hipocresía y atentan contra la inteligencia colectiva por lo burdo de su construcción.

La Comunidad de Madrid y el Ayto. cada uno en sus atribuciones llevan años realizando recortes en los servicios de Autobuses y Metro, que se combinan con los recortes (y privatización) en RENFE. Menos disponibilidad de transporte que ha venido acompañada de un encarecimiento desmesurado del transporte, medidas que han sido combatidas en todo momento por el PCPE y los CJC y que además han venido acompañadas en la reducción de empleo público y el empeoramiento de las condiciones laborales de las plantillas de estas empresas públicas.

Por este lado la argumentación a favor de un transporte público hace aguas por sí misma, cuando la clase obrera y los sectores populares en nuestra ciudad en general y, en nuestro barrio en particular, no dispone de una red de transporte que cubra sus necesidades. De este modo, la exigencia de paralización de la extensión del SER a nuestro barrio viene indisolublemente ligada a la reivindicación de un mejor transporte público.

Por otro lado, si nos ponemos a pensar en esta batalla contra los parquímetros no podemos por menos que pensar que existen otras medidas que atentan más gravemente contra las condiciones de vida de la clase obrera y los sectores populares, así como situaciones dramáticas de familias de nuestro que requieren toda nuestra atención. Efectivamente esto es así, esta lucha parcial tomada como un hecho aislado puede no revestir mucha importancia. ¿Dónde reside pues la importancia de esta movilización popular?

Llevamos muchos años de subidas en el precio de los medios básicos de vida (agua, luz, gas), del encarecimiento paulatino de la "cesta de la compra", del imposible acceso a una vivienda en alquiler o compra y su vertiente más dramática, los desahucios, etc. todo esto acompañado del paro, rebaja de salarios y temporalidad en el trabajo. La movilización popular en España ha sido insuficiente y en nuestro barrio ha sido inexistente.

Los y las comunistas hemos entendido esta medida como otra vuelta de tuerca más, otra tasa más mediante la que quieren cargar la deuda del consistorio municipal a los hombros de las masas trabajadoras de nuestra ciudad. Hemos defendido que es el momento de decir basta, de no seguir aceptando más medidas antipopulares. Nos hemos lanzado a la calle para explicar que podemos ganar esta batalla, que los vecinos y vecinas de nuestro barrio deben movilizarse hasta la victoria en esta lucha.

Llevamos ya varios meses sosteniendo esta movilización y en el transcurso de estos hemos visto como se ha ido creando un movimiento popular que no existía previamente (pese a que existía la Asociación de Vecinos Manzanares-Casa de Campo), impulsado principalmente por la Asamblea de Jóvenes de Príncipe Pío. Más y más vecinos han salido a la calle, recabado miles de firmas, tomado parte en asambleas y manifestaciones que no se han circunscrito únicamente a la cuestión particular de los parquímetros.

Otro elemento ideológico que hemos tenido que combatir sin descanso ha sido la moral de derrota, el "no se puede hacer nada", explicando en cada calle, en cada bar, en el mercado que se puede vencer y ofreciendo las herramientas para ello. Podemos afirmar que nuestra intervención ha calado, ya que pese a que los parquímetros han sido instalados en la calle, hoy se encuentran todos inservibles, a tan solo cinco días de su supuesta puesta en marcha.

Por último, queremos aprovechar estas páginas para transmitir de nuevo al Ayto. que la responsabilidad de cualquier cosa que ocurra en el barrio relativa a la cuestión de los parquímetros es única y exclusivamente su responsabilidad por haber decidido seguir adelante con esta antipopular medida con la oposición firme de los vecinos y vecinas de nuestro barrio.

Agradezco a Tinta Roja la publicación de este artículo y espero poder ofrecer pronto otro artículo celebrando la victoria popular. Victorias, por pequeñas que estas sean, que muestran el camino a seguir por la clase obrera y los sectores populares, el camino de la lucha decidida y la construcción de un foco de resistencia y contraataque, en este caso en cada barrio, hasta desatar la ofensiva general contra la burguesía. Con Gamonal en la memoria como ejemplo me despido.

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