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Jue28032024

Última actualización09:36:03 AM GMT


Ante los brutales Presupuestos Generales del Estado para 2013

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Comité Ejecutivo del PCPE

Los Presupuestos Generales para 2013 son los presupuestos del hambre.

El Comité Ejecutivo del PCPE ha analizado el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013, que marca la línea estratégica de ofensiva económica en la guerra declarada por el bloque oligárquico – burgués contra clase obrera.

A lo largo de 2013, uno de cada cuatro euros del gasto presupuestado irá dirigido a pagar a la oligarquía financiera los 38.590 millones de euros de intereses, generados por una deuda que alcanzará el próximo año el 90,5 % del Producto Interior Bruto. Esa es la clara expresión del grado de quiebra del sistema capitalista, también en España.

La línea política marcada por la UE, de priorización absoluta del pago de la deuda, por encima de la solución a las necesidades de la mayoría social, es lo que se traduce a nivel presupuestario en un recorte de las prestaciones de desempleo (-6,3%), en un recorte del empleo público (-2,2%), en la congelación de las pensiones y del salario mínimo interprofesional, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo ante el incremento de la inflación, en un drástico recorte en sanidad (-22,6%), educación (-31%), cultura (-19,6%) y en los servicios sociales básicos prestados por los Ayuntamientos (-40%).

Los datos más recientes del FMI vienen a ratificar esta situación de quiebra, con una recesión estimada para 2013 del -1,5%, y el horizonte de 2018 para que España -hipotéticamente- recupere el PIB del año 2007. Continuará la destrucción de empleo, con reducción de los fondos para el subsidio de desempleo, acercándose la cifra de parados a los seis millones. Continuará el abaratamiento del precio de la fuerza de trabajo, se generalizarán los salarios de miseria.

La guerra contra la clase obrera se endurece. Los obreros y obreras, trabajadores y trabajadoras del campo, pequeños campesinos, trabajadores autónomos, mujeres trabajadoras y la juventud de extracción popular, no podemos seguir consintiendo este orden de cosas. En el capitalismo no hay ningún futuro para la clase obrera.

Por la cancelación unilateral de la deuda.

Las ganancias capitalistas se pagan con el sufrimiento extremo de nuestra clase obrera y nuestro pueblo trabajador. No han sido los obreros y los demás sectores populares quienes han generado la deuda del capitalismo español. Por tanto, debemos negarnos a realizar cualquier sacrificio dirigido a pagar esa deuda, absolutamente imposible de pagar por otra parte. El PCPE exige la cancelación unilateral de la deuda. Llamamos a las mayorías trabajadoras a no aceptar ningún recorte o reforma restrictiva tendente al pago de la deuda o de sus intereses a las sanguijuelas parasitarias que integran la oligarquía financiera.

Hoy, sectores crecientes de nuestro pueblo comprenden y hacen suya nuestra lucha para romper con la Unión Europea, con la OTAN, con el euro y con un sistema económico en el que no hay salida para la clase obrera.

La burguesía avanza hacia un estado autoritario

El temor de la burguesía a perder su posición hegemónica en la sociedad, como consecuencia del deterioro de las condiciones de vida de la clase obrera y de amplios sectores populares en el escenario de la crisis estructural del sistema capitalista, le lleva a desarrollar una elaborada estrategia para evolucionar hacia una forma autoritaria del ejercicio del poder político. Creyendo que con esa deriva conseguirá conjurar el proceso de toma de conciencia revolucionaria de la clase obrera y su derrocamiento como clase en el poder.

Con este objetivo se instrumentalizan ciertos estados de ánimo social, de descontento con los elementos formales de la democracia burguesa, para legitimar esta deriva autoritaria y de ejercicio violento del poder.

Después de episodios de movilización social extrañamente alentados, cuya represión es ampliamente difundida por los medios de agitación y propaganda del sistema, se procede a la publicación de una serie de reformas del Código Penal, que tienen como objetivo central reprimir la lucha de la clase obrera por sus derechos y por el poder obrero. Se cierra así el círculo perfecto trazado desde las cloacas del estado.

El presente intento, en las elecciones catalanas, de tratar de impedir la concurrencia de las organizaciones revolucionarias -utilizando trampas leguleyas, con el amparo de la Junta Electoral Central - es una expresión más de esta deriva.

El capitalismo no puede mantener ya, siquiera, su vieja democracia formal. La clase obrera tiene que ser consciente de estos nuevos tiempos históricos y adaptar sus formas de lucha a la actual forma concreta de la dictadura del capital.

La clase obrera debe contraatacar sin demora.

En los últimos meses las luchas sociales se han generalizado. Pero distintas fuerzas sindicales y políticas, subsidiarias hoy del capitalismo, se esfuerzan por evitar que la lucha vaya a la raíz del problema, a confrontar con la explotación del hombre por el hombre asentada en la propiedad privada capitalista de los medios de producción, tornándose en lucha por el poder obrero y popular. Para ello articulan un programa de menor resistencia centrado en corregir supuestos “excesos” del capitalismo, la crítica se coloca en exclusiva en la gestión del sistema y no en el sistema mismo. Proponen medidas tendentes a implantar un “capitalismo de rostro humano” en el que se ponga freno a la corrupción y al derroche y se invierta en lo que denominan economía productiva, defendiendo el llamado “Estado del Bienestar” bajo la táctica oportunista del pacto social y la conciliación de clases.

La salida a la crisis estructural, sea mediante una gestión capitalista -violenta y autoritaria- basada en recortes y restricciones, como los aplicados por los gobiernos del PSOE y el PP, o mediante una gestión capitalista expansiva, defendida ahora por sectores del PSOE y por Izquierda Unida y otras fuerzas pequeño burguesas, conducen en el fondo a tratar de reiniciar la reproducción ampliada del capital a costa de la clase obrera y del pueblo, aumentando su opresión y su explotación. A esta lógica responden las convocatorias exigiendo un referéndum ciudadano, que tratan, en el fondo, de presionar para un cambio en la gestión de la crisis capitalista dentro de los márgenes del sistema.

Es hora de decir basta. Tras más de cinco años de desarrollo de la crisis estructural capitalista, se ha podido comprobar que ese enfoque no tiene ninguna salida para el movimiento obrero y está condenado a la derrota. Frente a la lógica de la conciliación de clases y el pacto social, la lucha debe organizarse en términos de confrontación y de ruptura con el capitalismo.

Exigir la convocatoria de una huelga general es el primer paso.

Tras las contundentes movilizaciones obreras habidas antes del verano, especialmente la heroica lucha de la minería, las cúpulas sindicales han reorientando la movilización obrera a términos asimilables, admisibles para los capitalistas. No debemos consentirlo. Nunca en las últimas dos décadas hubo tantas razones para convocar una huelga general, que debe superar en organización y combatividad a las anteriores. En cada centro de trabajo, en casa sector, en cada movilización, la exigencia de convocatoria de huelga debe convertirse en un clamor que obligue a las burocracias sindicales a formalizar, YA¡, la convocatoria.

Los sectores más conscientes de la clase obrera deben comenzar a preparar la huelga. Deben convocar asambleas, aprobar resoluciones, discutir el programa de lucha, organizar Comités para la Unidad Obrera, superadores del fraccionamiento sindical, con el objetivo de de impulsar y dirigir la lucha. Ello es una parte fundamental de la estrategia de conformación del Frente Obrero y Popular por el Socialismo, que será la expresión política de las alianzas de la clase obrera hacia la sociedad socialista-comunista.

Defender la paz y luchar contra la guerra imperialista.

Capitalismo es guerra. La salida a la crisis capitalista, de no impedirlo la clase obrera, pasa por la intensificación brutal de la explotación de la fuerza de trabajo y por la guerra imperialista. En los últimos años hemos presenciado los ataques a Yugoslavia, Iraq, Afganistán y, más recientemente, contra Libia. Los monopolios de las distintas potencias buscan extender su dominio, acceder a nuevos mercados y materias primas antes que sus competidores. Hoy, la OTAN está interviniendo agresivamente en Siria para desestabilizar al gobierno y provocar la intervención militar de potencias extranjeras, al mismo tiempo que prepara una agresión a gran escala contra Irán.

La clase obrera es la más interesada en preservar la paz mundial. El PCPE llama a todos los trabajadores y trabajadoras a movilizarse contra la guerra imperialista, a denunciar los planes agresivos de la oligarquía y a manifestar su solidaridad activa con los trabajadores y trabajadoras de los países agredidos.

La lucha contra la guerra debe basarse en un programa concreto, que pasa por exigir el retorno de los soldados españoles de todas las misiones de ocupación imperialista en las que están participando, por exigir el cierre de las bases militares estadounidenses en territorio español, por la desvinculación del llamado “escudo antimisiles” que se tiene previsto instalar en la Base de Rota, y por una lucha decidida por la salida de la alianza criminal e imperialista que es la OTAN, y por su disolución.

Fortalecer el Partido Comunista, conquistar el poder obrero y popular.

En nuestro país están dadas las condiciones objetivas para erradicar, de una vez por todas, el sufrimiento de quienes se ven en la obligación de vender su fuerza de trabajo en condiciones de explotación. Hoy existen los medios de producción y el desarrollo científico – técnico necesarios que permitirían satisfacer las necesidades de la mayoría social. Sin embargo, el sufrimiento del pueblo crece porque esos medios están en manos privadas y se produce exclusivamente para llenar los bolsillos de los capitalistas y no para satisfacer las necesidades populares. 

Es necesario arrebatar el poder a los capitalistas, la lucha debe apuntar a la conquista del poder obrero y a la construcción del socialismo y el comunismo. Solo la nacionalización de los medios de producción estratégicos y la planificación económica, a través de un estado organizado como República Socialista garantizará nuestro futuro y el de las próximas generaciones, solucionando de una vez por todas la cuestión nacional en España mediante el reconocimiento del derecho a la autodeterminación, y contribuyendo a preservar la paz mundial.

El Comité Ejecutivo del PCPE llama a la clase obrera a luchar por el siguiente programa:

-          Nacionalización de la banca y de los sectores económicos estratégicos.

-          Toda la sanidad y la enseñanza públicas.

-          Derogación de las reformas laborales y de seguridad social.

-          Abajo los recortes.

-          Cancelación unilateral de la deuda.

-          Salida del euro y ruptura con la Unión Europea.

-          Salida y disolución de la OTAN.

-          Por el poder obrero y popular, el socialismo y el comunismo.

Llamamos a participar activamente en las todas movilizaciones obreras como estrategia de acumulación de fuerzas hacia la huelga general. Llamamos a reforzar el Frente Obrero y Popular por el Socialismo (FOPS) para derrotar al sistema capitalista y avanzar hacia el poder obrero y el socialismo-comunismo.

¡LUCHANDO POR LA SALIDA DE LA UE, EL EURO Y LA OTAN!

¡TODO PARA LA CLASE OBRERA!

!NADA SE MUEVE SIN NUESTRO TRABAJO¡

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