Lev Kuleshov era el hijo de un artista y una maestra. También era director de cine. De hecho le podríamos llamar el padre de la realización moderna. Así como no podemos entender el cine actual sin la escuela de cine soviético tampoco podemos entender la escuela de cine soviética sin Lev, que supo aunar el arte de su padre y la pedagogía de su madre en la narración audiovisual.

En este esquema Sergei será una foto fija que no cambia:

Sergei - Imagen 1 – Sergei - Imagen 2 – Sergei – Imagen 3 - Sergei

Sergei: “El rostro de Sergei no transmite ninguna emoción concreta. Esto se debe a que lo observamos ajenos a su contexto.”

Imagen 1: Un trozo de pastel

Sergei: “Percibimos en Sergei una emoción concreta, hambre”.

Imagen 2: Paquete envuelto con un lazo.

Sergei: “Sergei está contento”.

Imagen 3: Lápidas

Sergei: “Sergei está triste”.

Así empieza la bobina #0623 del archivo de la escuela de cine de Moscú fechada el 19 de mayo de 1927 donde se explica el efecto Kuleshov. Este consiste en generar sensaciones a través de la combinación de planos. No son los planos sino cómo combinarlos.

Cuando escribimos usamos puntos, comas, oraciones simples, compuestas… Con ello tratamos de contar algo y transmitir determinadas sensaciones. El lenguaje audiovisual también tiene sus propios códigos y elementos narrativos. Cuando Kuleshov combina los planos les está dando un valor, una letra por así decirlo y al combinarlos con coherencia formará palabras, frases… El montaje seguido de imágenes indica que están relacionadas y nuestro cerebro al ver las imágenes crea una hipótesis de su significado para comprender el mensaje que se recibe.

La narración del contexto es lo que puede generar un cambio en la percepción de la audiencia. Es importante ver como esta técnica sale del cine y pasa a los medios de comunicación. Seguro que podéis pensar en un documental de “investigación” donde se emplea una determinada música y una determinada secuencia de planos para generar una sensación concreta. La Plataforma lo explicó muy bien con las imágenes que cogieron a periodistas infiltrados.

Kuleshov fue nombrado profesor en 1920 de la primera Escuela de Cinematografía Estatal de la URSS. Entre sus alumnos tuvo a Eisenstein. ¿Tendría el mismo ritmo El Acorazado Potemkin sin que Kuleshov hubiese enseñado a Eisenstein? No podemos afirmarlo, pero es muy probable que no.

La Unión Soviética supuso un gran avance para la humanidad en multitud de campos, y el cine no iba a ser menos.

https://www.youtube.com/watch?v=BpxYzs8hj3A