¿Hay algo más en las navidades que el consumo desmedido y las abundantes cenas en familia? Cuando hablan de las navidades a todos nos vienen las imágenes de un árbol decorado, las calles iluminadas con luces variadas, escaparates con ofertas, y lo más usual, niños y niñas portándose bien por la ansiada llegada de los reyes de Oriente.

Sin embargo, son muchas las personas que en estas épocas se ven castigadas por el empobrecimiento general en la clase obrera, llevando a ello a una frustración por no acceder a ese nivel de consumo estereotipado, típico en estas las fiestas. No obstante, hay maneras de invertir nuestro tiempo de ocio de una manera alternativa y algo más rentable. Sabemos que es un quebradero de cabeza el hecho de depender de los ingresos económicos, los cuales están a la baja, para aprovechar estos días de una forma agradable y barata, palabras que hoy en día son muy difíciles de hacer encajar,pero no imposible.

La navidad no es un sinónimo de compras compulsivas, más la televisión se encarga de hacer pensar que de eso se trata, de derrochar, consumir y que ello traerá la felicidad. Las copas de cava, el turrón, los regalos, fiestas...todo ello establecido por lo que muestran los medios de comunicación. Fuera de las macrofiestas de fin de año con precios de locura,las colas de las compras kilométricas, el caos o el ajetreo entre otros, la juventud tiene un sin fin de lugares a los que ir, actividades para hacer y motivos para ello no faltan. A continuación mostramos algunos ejemplos:

Empezando de manera básica, en las grandes ciudades, como norma se instala una pista para hacer patinaje sobre hielo, un deporte que de costumbre no se puede practicar todos los días, así que puedes aprovechar la oportunidad y disfrutar de ello. Si lo que buscas es huir de la rutina se puede practicar deporte de montaña y nieve, podría ser otra manera de pasar nuestro tiempo, aprovechando las vacaciones y la temporada para subirse a los esquís o al snow-board, aunque es muy probable que si lo que buscamos sea tranquilidad no la encontremos allí. Aún as,í esta alternativa conlleva un un gasto económico considerable: alquiler del material, estancia, dietas y desplazamiento etc... por lo que no es accesible a las posibilidades de todo el pueblo. Si buscamos montaña y gratuidad, no olvidemos la posibilidad de hacer senderismo, para conocer las más profundidades y secretas partes de nuestras sierras.

Existe la posibilidad de hacer una ruta de museos, aprovechando nuestro tiempo de ocio para culturizarse y disfrutar del aprendizaje, con cientos de posibilidades variadas. La oferta va desde arte contemporáneo a la ciencia, pasando por museos de comida, deporte, historia o tecnología, prácticamente podemos encontrar un museo adecuado a nuestro gusto y especializado en ello en algún lugar del estado. En Barcelona por ejemplo, todos los domingos a partir de las 15:00, o los últimos domingos de cada mes, podemos acceder de manera gratuita a los museos de la ciudad condal.

Otro lugar donde ir también pueden ser los parques temáticos, que se visten para la ocasión y se adaptan para hacer pasajes navideños, entretenidos para todas las familias, sin olvidar las atracciones y sus particulares espectáculos. Pero la verdad, a veces esta opción es a precios desorbitados. Nos quedan otras opciones para los que prefieren tranquilidad para desconectar de la rutina a la que nos somete el capitalismo, estas son las zonas costeras que debido al hecho de que no es temporada alta de turismo costero ofrecen esa calma que se busca a un precio mucho más asequible.

Otra opción, disponible además todo el año, aunque en estas épocas se intensifica más es el cine. La cartelera en épocas festivas como navidad está en constante movimiento, habiendo un sinfín de novedades en ella para todos los gustos y edades. Si nuestro bolsillo no nos lo permite podemos asistir a algún cine fórum de carácter popular, seguramente las películas a visualizar no sean tan comerciales, pero tendrán un toque que incitará a la reflexión y posteriormente a un posible debate o rueda de opiniones con tus vecinos y compañeros, fomentando así la cultura y la unidad popular.

La opción más clásica es disfrutar nuestro tiempo con nuestros seres queridos, aquellos que por nuestros horarios laborales, de estudio, o ya sea por que han emigrado a otros países nos es impensable coincidir, más ahora, con la explotación a la que nos someten para recuperar su tasa de ganancia. Esta opción es la más económica y la que posiblemente más nos agrada y satisface, sin ningún bien material pero si con buena compañía.Es aquí donde podemos jugar a juegos de mesa, de rol, estrategia, preguntas etc... O ponernos al día de todo lo sucedido en las vidas de uno.

Ahora el quid de la cuestión, también existe la posibilidad de no poder disfrutar de este tiempo de ocio, ya que con el gran nivel de consumo de estas fechas, muchas empresas aprovechan para coger más trabajadores, En trabajos temporales que en muchísimas ocasiones, están mal pagados y con una carga excesiva de horas, dejando así a muchos jóvenes sin ni un minuto de descanso, y en algunos casos también con poco dinero por lo que aún se les hace más improbable disfrutar de su tiempo de ocio.