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Lun06052024

Última actualización09:36:03 AM GMT


Lo que nuestros políticos aprendieron de las series: House of cards

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Hace no tanto tiempo las series eran pequeñas producciones que nos contaban historias simples, sin complicaciones, mientras que las tramas complejas, los personajes profundos y los guiones interesantes se reservaban para la el cine, para "la gran pantalla". En las últimas décadas hemos visto como esto cambiaba y se creaban grandes series como fueron Los Soprano, The Wire y muchas más. Desde Tinta Roja pretendemos hacer algunas recomendaciones de aquellas series que creemos merece la pena ver. Comenzamos con una que encaja a la perfección con el actual clima de pactos, luchas internas y grandes traiciones en los partidos políticos: House of cards.

House of cards nos desvela las entrañas del sistema político norteamericano de mano de Frank Underwood, congresista y dirigente del Partido Demócrata que representa a la perfección las ansias de poder y la esencia de lo que se necesita para ascender en la escalera política: ambición. Acompañado por su mujer Claire, con la que comparte una ausencia total de principios, comienza una lucha insaciable por seguir subiendo peldaños en su partido mientras destruye a sus enemigos internos, para lo que no duda en utilizar todos los medios en su mano. Kevin Spacey consigue interpretar de manera magistral la arrogancia y la frialdad de un personaje muy complejo.

La serie analiza de una forma excepcional el papel de las redes sociales y las nuevas tecnologías en la política. Éstas son utilizadas por el propio Underwood para crear rumores, difamar e incluso forzar decisiones políticas mediante una joven periodista ávida de titulares y noticias jugosas. Lo que creemos un medio de comunicación libre y colectivo queda retratado aquí como una herramienta más en manos de los poderes que saben utilizarla.

Si la historia se quedara en las tramas y sucesos de la carrera hacia lo más alto de un político americano sería una buena serie, pero quizás mediocre. Lo mejor de House of cards es que ha sabido captar la esencia del sistema político burgués, y lo muestra de una manera sutil pero clara. Cada paso, cada estrategia del propio Underwood va en sintonía de los intereses del poder económico y los grandes monopolios, y requiere de ellos para lograr sus objetivos individuales, siempre previo acuerdo para mejora de las posiciones de uno u otro actor económico. Un acuerdo que satisface a partes iguales su ego y los intereses del capital.

Así, los derechos de los profesores pasan a ser un obstáculo en sus planes cuando decide crear una nueva ley de educación que le sirva para ganar influencia con el Presidente. La huelga que comienzan los trabajadores de la educación para defender su trabajo no es más que un impedimento temporal para lograr sus objetivos, y no duda en utilizar cualquier medio para que fracase. En el mismo sentido no le tiembla la mano al mandar a cientos de trabajadores a la calle como canje en otra de sus alianzas con el sector privado. El ejemplo más claro de a quién representan los políticos y sus instituciones.

El papel de Claire Underwood (Robin Wright) tiene también un gran protagonismo en la serie. Lejos del rol de ama de casa sumisa Claire Underwood comparte con su marido el ansia de poder y una falta de principios absoluta. En paralelo a la carrera de su marido ella preside una ONG que utiliza en beneficio propio. De hecho, esta ONG sirve como lavado de cara para las empresas privadas, que mediante generosas donaciones compran la etiqueta de "empresa socialmente responsable". Esto no le impide despedir a la mitad de su plantilla de trabajadores cuando se entrecruzan con sus intereses.

House of cards es una gran serie y merece la pena verla. Los actores y actrices que interpretan a los personajes lo hacen de una manera magistral, especialmente los dos protagonistas. Cerca ya de la cuarta temporada House of cards nos ha dejado una lista de grandes frases llenas de cinismo, perspicacia y frío cálculo electoral, que nos ayudan a acercarnos a la esencia de la verdadera política norteamericana, con sus luchas, alianzas y tramas, pero siempre al servicio del gran capital.

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