Últimamente, se está poniendo de moda ir a Berlín. El tecno imperante, las pintorescas discotecas y la increíble relación calidad-precio de los kebabs son algunos de los motivos. Además, por las calles sigue presente el fantasma añorado de la RDA. Esencialmente por esto último, pero no solamente, hoy desde Tinta Roja queremos recomendar una visita a esta ciudad, donde algunos de los más gloriosos o nefastos acontecimientos nuestra reciente historia pueden hoy ser rastreados.

Primero, hemos de decir que, cualquiera que quiera visitar la Berlín socialista, debe armarse de profunda paciencia. Toda la ciudad presenta una apología del capitalismo, diciendo verdaderas barbaridades sobre la naturaleza de ambos Estados germanos, la República Democrática y la República Federal Alemana, dos países diferentes desde el fin de la II Guerra Mundial hasta 1989. El capitalismo no puede sino celebrar la contrarrevolución ocurrida en el bloque socialista, aquel fatídico año.

La forma más fácil de moverse por Berlín es ir en metro, el cual es bastante caro. Advertencia: los revisores van de ciudadano, de jóvenes de barrio, y la multa por no comprar y validar el billete es de 60 euros. No obstante, las paradas no tienen tornos ni vallas de ningún tipo, y la empresa de metro no puede intervenir cuentas españolas. Vamos, que no paguéis la multa aunque os llegue.

Los lugares más típicos del Berlín Este son los barrios de Neuköln, Kreuzberg y Friedrichshain, donde encontraréis numerosas teterías, kebabs y restaurantes orientales. También os animamos a indagar en los mercadillos de la ciudad, los fines de semana. El más importante está en Mauer Park y es el domingo, pero si queréis daros un paseo entre curiosidades a buen precio -por supuesto, también de la RDA-, hay alrededor de 8 mercados.

Los lugares típicos de visita están en torno al centro, cerca de la Aleksanderplatz. Podemos encontrar la Isla de los Museos, donde Alemania celebra el saqueo imperialista realizado alrededor del mundo, y un poco de su cultura propia (6 euros cada museo con carnet joven, 9 toda la isla, y el doble la tarifa normal). También encontraréis la Universidad, el Reichstag (donde se realizó la histórica foto de Khaldei), el Tiergarten, la Catedral Protestante, el Ayuntamiento... Justo al lado de la estatua de Marx y Engels, de foto obligada, encontraréis el Museo de la RDA, de 4 euros si eres estudiante, 8 tarifa normal.

No recomendamos comprar nada a los vendedores ambulantes, que inflan los precios, a menos que se haga un regateo brutal. Una máscara antigás la venden a priori por 51 euros, siendo su precio de producción 3, por lo que, en caso de interés, no os debéis cortar a la hora de intentar rebajarlo al máximo.

Por último, debéis ir a 4 memoriales de la ciudad. Uno de ellos es en recuerdo de los antifascistas alemanes y polacos, en el hermoso Friedrichshein Volkspark (S-Bahn: Landsberger Allee). Otro, a los soviéticos, en el propio Tiergarten (U-Bahn Brandenburger Tor). En el memorial del Tiergarten, terminado pocos meses tras el final de la guerra mundial, descansan 80.000 soldados soviéticos que murieron durante la Batalla de Berlín. La estatua de un soldado soviético con la mano extendida, que simboliza al Ejército Rojo subyugando al fascismo es central, y en la columna que lo sostiene, podemos encontrar una inscripción diciendo: "Gloria eterna a los héroes que cayeron en la batalla contra los invasores fascistas alemanes defendiendo la libertad e independencia de la Unión Soviética"

Los otros dos memoriales son épicos, igualmente soviéticos. Los encontraréis al norte (Schönholz, S8), y al este (Treptower Park), donde el Monumento Conmemorativo a los soldados soviéticos fue construido por las propias fuerzas de liberación soviéticas en la Segunda Guerra Mundial para honrar a los soldados del Ejército Rojo, en mayo de 1949, caídos en su lucha para derrotar a la Alemania nazi.. Procurad ir de 8 a 16h. al primero antes de abril, y de 8 a 18h. en verano a los dos, porque tienen horarios, aunque son gratuitos. Épicos, insisto. Casi como estar en un videojuego.

Así que, solamente queda buscar un vuelo en una compañía de lowcost, que si se reserva con antelación suficiente, os puede salir por 40 euros ida y vuelta. Que las duras condiciones económicas de nuestra juventud no nos impidan viajar, empaparnos de cultura, historia y memoria, y disfrutar con una de las maneras de ocio más formativas.

¡Buen viaje!