Cuando, hace unos días, una entrevistadora preguntaba a Gioconda Belli, ya sexagenaria, cuál había sido el momento más feliz de su vida, ella respondía: "el 20 de Julio de 1979, cuando tuve plena conciencia de que la Revolución había triunfado en Nicaragua y que el dictador Somoza había huido del país"1 . Y es que esta poetisa nicaragüense es un ejemplo de artista involucrada en el cambio social, y su obra un largo compendio de poesía comprometida con la revolución.
Con 22 años, en 1970, se integró como otros intelectuales nicaragüenses en el Frente Sandinista de Liberación Nacional para luchar contra el régimen somocista. Es la década de las dictaduras militares para muchos países latinoamericanos, pero también época de resistencia y formación de organizaciones revolucionarias, de influencias comunistas y socialistas a la par que nacionalistas (en oposición a las injerencias extranjeras protagonizadas por el imperialismo estadounidense).
Es especialmente característico de esta época en este continente la incorporación de artistas e intelectuales en las filas de organizaciones revolucionarias, y es por ello que contamos con diversos testimonios artísticos y literarios sobre los regímenes dictatoriales latinoamericanos, testimonios que son a la vez llamadas a la revolución. En el caso nicaragüense, sin duda una de las mejores denuncias sociales y políticas vino de la mano de Gioconda, por ejemplo en su poemario Línea de fuego, que publicó poco antes del triunfo de la revolución sandinista exiliada en México. En los poemas de esta obra, Gioconda denuncia las injusticias a las que se veía sometido un pueblo de campesinos y trabajadores que no podía sentir más suyo, y al que llama continuamente en sus poemas a la lucha y la revolución:
Antes de estar exiliada, Gioconda fue revolucionaria no sólo "de palabra", en sus poemas, sino también en la práctica política, al dedicarse dentro del Frente Sandinista a ejercer de correo clandestino y transportista de armas. Más tarde, como miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN, también se dedicó a viajar por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista. La incorporación de Gioconda a la lucha revolucionaria no es un caso aislado en estos momentos, pues América Latina está viviendo una amplia incorporación de las mujeres a la vida social y las organizaciones políticas de la mano de su participación en la lucha revolucionaria. En Nicaragua, un 30% de las fuerzas combatientes del Frente Sandinista eran femeninas, y los historiadores estiman que esta participación fue trascendental para el triunfo de la revolución a finales de la década de los setenta.
La mujer se incorpora, pues, como sujeto revolucionario en esta época en muchos países latinoamericanos, y los programas políticos de muchas organizaciones abarcan reivindicaciones y problemáticas específicas de las mujeres. Fue tarea de revolucionarios y revolucionarias como Gioconda el avanzar en la lucha por la emancipación de la mujer en una sociedad especialmente conservadurista, arcaica ecónomicamente y que prácticamente desde su independencia había sido un apéndice del capitalismo imperialista estadounidense. En la obra artística de esta poetisa no falta un amplio tratamiento del tema de la opresión de la mujer en el seno de las instituciones familiares y sociales de su época.
Se dedica a esta temática sobre todo en la década de los 80, por ejemplo en su primera novela, La Mujer Habitada (de la cual publicamos hace unos años una reseña), o en su poemario De la costilla de Eva, donde trata entre otros el papel de la mujer en la relación amorosa:
Renovadora de la concepción del amor, de las relaciones, reivindicadora de una nueva posición de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, no deja de entender la liberación femenina como una tarea más de la revolución social, a la que también deja espacio como tal en otros poemas de De la costilla de Eva:
1. Entrevista a Gioconda Belli, El País, 28-4-2016, http://cultura.elpais.com/cultura/2016/04/28/actualidad/1461854971_493660.html (última consulta: 10 de mayo de 2016)
2. Gioconda Belli, “Quiero una huelga”, Línea de Fuego (1978).
3. Gioconda Belli, “Ahora vamos envueltos en consignas hermosas”, Línea de Fuego (1978).
4. Gioconda Belli, “II”, De la costilla de Eva (1986).
5. Gioconda Belli, “X” y “XI”, De la costilla de Eva (1986).
Otras fuentes consultadas aparte de las citadas al pie:
Pilar Moyano, "La transformación de la mujer y la nación en la poesía comprometida de Gioconda Belli", en Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, vol. 17, no. 2 (invierno 1993), pp. 139-331.
