Hoy, en Tinta Roja, os recomendamos Trumbo, la lista negra de Hollywood, una película biográfica del guionista Donald Trumbo, miembro del CPUSA desde 1940 y uno de aquellos que se negaron a declarar ante el trístemente célebre Comité de Actividades Antiamericanas, aquellos "10 de Hollywood".
Ese incansable escritor que nos dejaría aquellos discursos sobre la libertad de los esclavos en Espartaco, consiguió superar la censura tras años y años en los que su máquina de escribir no paraba de golpear el papel. El macarthismo, más concretamente la caza de brujas de Hollywood, estarían detrás de esta censura.
Recién acabada la II Guerra Mundial, con una Unión Soviética prestigiada internacionalmete, y con un Partido Comunista de los Estados Unidos (CPUSA, por sus siglas en inglés) grande y con notable influencia entre los sindicatos, el gobierno estadounidense temía que las revoluciones que tanto éxito estaban teniendo durante esta primera mitad del siglo XX sirviesen de ejemplo para la clase obrera de su país. Así, se reanudaría la persecución a los comunistas, que ya había tenido precedentes durante el Pánico Rojo (1919-1920) y durante 1930 con leyes como la Smith Act y la Alien Registation Act, que se cobró con la persecución de miles y miles de militantes comunistas.
Hace ya años dedicamos un artículo a la caza de brujas de Hollywood, la represión dirigida a todos aquellos artistas mínimamente sospechosos de progresistas.
Deportados, encarcelados, no pudiendo volver a trabajar para ninguna productora, el gobierno estadounidense quiso hacerse con el control de la producción cultural dirigida a las masas, y dejó en evidencia lo peligroso (la importancia para la clase obrera y los sectores populares) que tiene un arte que realmente evidencie las contradicciones sistemáticas y esté al servicio de los trabajadores.
Esta película, con Bryan Craston (Breaking Bad, Malcom in the middle) interpretando al guionista, nos da una versión mucho más cercana de lo que padecieron todos aquellos artistas perseguidos por el macarthismo: delaciones de compañeros, pérdida de contratos, pero también el rechazo de los vecinos, conflictos familiares continuos, mayores problemas de salud...
La unidad de este grupo, conformado por Alvah Bessie, Herbert Biberman, Lester Cole, Edward Dmytryk, Ring Larder, John Howard Lawson, Albert Maltz, Samuel Ornitz, Adrian Scott, y el propio Trumbo, pese a las condiciones tan duras de tal persecución política, es una de las cosas que más llaman la atención. Se muestra como cada uno de ellos reacciona a priori de distinta manera, y vemos hasta qué punto es diferente la actitud de los comunistas con la de los demócratas a la hora de seguir una estrategia en común.
El bravo, y Johnny cogió su fusil también forman parte del legado de Trumbo, que animamos a conocer tanto por ser clásicos del cine como por su gran contenido ideológico, al tocar temas como el pacifismo o el amor por los animales. Para finalizar este artículo, nos despedimos con una memorable cita de Espartaco:
"Todo hombre pierde cuando muere,
pero un hombre libre y un esclavo no pierden lo mismo;
el libre pierde el placer de vivir,
el esclavo el sufrimiento.
La muerte es la única liberación para el esclavo,
por eso no la teme.
Por eso, venceremos."
