"Si los jóvenes fallan, todo fallará. Es mi más profunda convicción que la juventud cubana luchará por impedirlo. Creo en ustedes." Fidel Castro
Con esta famosa frase terminaba el dirigente histórico de la Revolución Cubana una de sus reflexiones dirigidas a la carta de apoyo remitida por el Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas. Era el mes de junio del 2007 cuando el representante de turno de los monopolios, Bush, volvía a arremeter y amenazar la soberanía de Cuba. La juventud cubana, con su organización de vanguardia a la cabeza, dejaba clara su misión histórica:
"No concebimos un futuro sin socialismo e independencia, para eso trabajamos y lo hacemos convencidos de que el imperio no tendrá jamás a Cuba. ¡Lo juramos!" Buró Nacional de la UJC
Este artículo pretende ser una modesta aportación de lo que supuso y supone la obra revolucionaria para la juventud y el papel que han tenidos los y las jóvenes para contribuir a esta digna creación del pueblo cubano cuando se cumple el 55 Aniversario del Triunfo de la Revolución.
Durante cerca de 400 años Cuba había sido una colonia española hasta que en 1895, bajo la dirección de José Martí y el Partido Revolucionario Cubano, lograba su independencia a través de lo que ha sido considerada por la historiografía cubana como la Guerra Necesaria. Cuba entraba en la historia del siglo XX como país soberano, pero solo de manera formal. La independencia acabó suponiendo un auténtico traspaso de poderes de las propiedades de la tierra a manos de la burguesía estadounidense. Cuba se convertía así en un país títere de los EEUU, con una población que continuó sumida en la miseria y la explotación. Fulgencio Batista, como máximo exponente de los intereses norteamericanos y de algunos sectores de la burguesía criolla, sería la última marioneta del imperialismo.
Pero como brillantemente expresó el cantor de la revolución, Carlos Puebla, en una de sus famosas letras, llegó el comandante y mandó a parar. Y así fue. Tras el fracaso del famoso asalto al Cuartel Moncada en 1953, los revolucionarios cubanos realizaron otra intentona en 1956. El desembarco del Yate Granma en diciembre de ese año supuso el inicio de la Revolución. El 1 de enero de 1959 triunfaba oficialmente la revolución tras tres años de combate. Pocos pueblos, o ninguno, habrán conocido mejor entrada de año.
En un país donde la esperanza de vida apenas llegaba a los 60 años a mediados de siglo, el papel de la juventud obrera, campesina e intelectual fue determinante para el triunfo de la Revolución. Los propios líderes de la revolución eran jóvenes: Fidel recientemente había cumplido los 30 años, el Che había pasado la treintena por poco, Raúl tenía 25 años y Camilo no llegaba a los 28. Remontándonos unos años atrás en su historia, la juventud también dio grandes dosis de audacia y heroísmo, el propio fundador del Partido Comunista de Cuba y la Federación Estudiantil Universitaria, Julio Antonio Mella, tenía 26 años cuando fue asesinado a sangre fría por unos pistoleros del dictador Gerardo Machado. Pero no solo fueron ellos, los jóvenes, quienes tuvieron un papel destacado. También ellas, las jóvenes y muchachas, regaron con sangre la dignidad de un pueblo y contribuyeron, y contribuyen, a la construcción del socialismo en Cuba. Vilma Espín es, probablemente, una de sus máximas representantes.
La Federación Estudiantil Universitaria (FEU), antes citada, fue el primer ejemplo de organización del estudiantado progresista cubano, fundada en 1922 y que en la actualidad sigue realizando un importante trabajo en la consolidación de la Revolución. Pero será especialmente cuando en 1960 la juventud cubana da un paso adelante en su organización y aporte a la Revolución con la creación de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR). Desde su nacimiento, incorporaría a miles de hijos e hijas de la clase obrera y del campesinado pobre a los que encauzaría, daría un espíritu de lucha y, ante todo, dando un sentido a la vida de estos muchachos y muchachas que no tenían ningún porvenir en la vieja Cuba. Fueron estos miles de jóvenes los primeros que avanzaron en la constitución de Brigadas de Trabajo para aumentar la productividad, los primeros en incorporarse en batallones de las nuevas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) para la defensa de la Patria, los primeros en dar un paso al frente en las brigadas de alfabetización en las sierras y lugares más recónditos de la isla. Fue en la AJR donde nació y se forjó el lema de Estudio, Trabajo, Fusil que caracteriza el espíritu de la juventud cubana.
En 1962 la AJR se transforma en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ante la declaración, poco tiempo atrás, del carácter socialista de la revolución. La UCJ estaba llamada a ser la organización de vanguardia de los miles de jóvenes obreros, campesinos, militares e intelectuales. Como hiciera antecesora, la UJC participó en primera línea de los nuevos retos de la construcción del socialismo, contribuyendo en la mejora de la productividad, la técnica, el desarrollo de la educación en todos los ámbitos, la extensión de la cultura a todo el pueblo y en la defensa de la Patria. Por sus siglas, llama la atención la creación de la Columna Juvenil del Centenario (CJC) que agruparía a cerca de 100000 jóvenes en labores productivas.
El Ejército Juvenil del Trabajo, creado en 1973, es probablemente otro de los mayores ejemplos de la implicación de la juventud en la Revolución. Perteneciente a las tropas terrestres de las FAR, tienen la misión de desarrollar actividades productivas, protección del medio ambiente, preparación militar y contribuir al desarrollo educativo, deportivo y cultural de la juventud.
A lo largo de su historia, y hasta la actualidad, pese a todas las adversidades y ataques de imperialismo, la UJC como organización de vanguardia de la juventud cubana sigue en la brecha agrupando a cerca de medio millón de jóvenes en todo el país. Y es que la juventud no ha jugado simplemente un papel destacado en la construcción el socialismo en Cuba, es que ha comprendido la necesidad de luchar y defender el socialismo como único sistema que es capaz de asegurar su porvenir, de asegurar una vida y un futuro en dignidad. Los datos que reflejan la calidad de la educación cubana, de la sanidad, del acceso al deporte y a la cultura, con casi un pleno empleo, han de servirnos a los y las jóvenes de España como un espejo donde mirarnos, como un ejemplo y como una necesidad.
Víctor Moreno es Responsable Político del Comité Regional de Madrid de los Colectivos de Jóvenes Comunistas.
