• Se da prioridad a quienes poseen certificados de inglés de academias privadas
• Un 40% de los becados tienen rentas superiores a 60.000 euros
• Mientras, las becas ordinarias bajan un 25% en Galicia

Durante mucho tiempo, y como se hace en la mayoría de lugares (aunque hoy las becas sean una especie en decadencia), el ayuntamiento de A Coruña otorgaba becas para estudiar inglés en el extranjero según los ingresos de la familia, el expediente académico y los conocimientos de inglés. No obstante, los criterios cambiaron hace poco.

El gobierno local decidió añadir un cuarto indicador -bastante determinante por cierto, ya que otorga hasta cuatro puntos al candidato-, en base a conocimientos "extraordinarios de inglés", de certificados oficiales. Esto no parece raro si no fuese porque los títulos que hacen decantar la balanza son entregados en academias privadas, u otorgados al haber hecho ya cursos en el extranjero. Estudiar en academias privadas o en el extranjero no es alcanzable para una familia media trabajadora, como sabemos, por tanto, se ha llegado al punto de que el 40% de los estudiantes que reciben estas becas, tienen una renta familiar de 60.000 a 116.000 euros anuales, mientras jóvenes de familias trabajadoras, con 10.000 euros anuales y con excelentes expedientes, se han quedado fuera. Mientras antes se realizaba un examen único para determinar el nivel de inglés de los candidatos, ahora se realiza en base a los cursos que tu familia haya podido pagarte previamente.

Esto ocurre mientras, por ejemplo, la cuantía de las becas en Galicia ha descendido un 25% en los dos últimos años, así como la de becas erasmus, cuyo número decayó un 18%. Mientras el pueblo gallego paga becas para estudiar inglés a cienmileuristas, el concejal de educación se limitó a decir que tales becas habían subido de ser 42 a ser 50.