• El alumnado lleva tiempo reivindicando mejores condiciones
• Aún con las reivindicaciones de EUP-UR, la asociación de los estudiantes de la universidad, esta situación de precariedad se mantiene.

Tras "tapar" el agujero que tuvo el techo de la Escuela Universitaria de Enfermería cuando se desprendió, la Universidad de La Rioja sigue manteniendo a sus alumnos en una situación ridícula: baños de uso normal con bañera, proyectores en mal estado, ordenadores que tardan la hora de clase en arrancar, goteras... Junto con limitaciones a la hora de dar clase: los alumnos de tercero no tienen aula, teniendo que dar clase en el salón de actos. Los alumnos en optativas dan clase en aulas enanas en sillas con mesa en el reposabrazos incómodas, de las que no hay suficientes para alumnos zurdos, teniendo lugar una situación grotesca.

La demanda sobrepasa ampliamente la oferta, dándose la situación de que, en los momentos en los que todos los alumnos tienen que asistir a clase por un examen, deben dividirlos en tres aulas, mostrando que no hay medios para dar clase a todos los que lo solicitan.

No hay protocolos de emergencia realmente aplicables, ni ninguna ayuda a cualquier discapacitado. De darse la situación de que un alumno se rompa la pierna, deben dar clase en el salón de actos porque no puede subir las escaleras. Si el salón de actos no está disponible, los alumnos mismos deben subir al minusválido entre varios para poder dar clase.

Aún con las reivindicaciones de EUP-UR, la asociación de los estudiantes de la universidad, esta situación de precariedad se mantiene y no tiene miras de acabar.