• Se ven obligados a vender la leche muy por debajo de los costes de producción
• Defienden que esta situación es insostenible en el tiempo

Uno de los ejes de la economía de Cantabria ha sido, históricamente, la ganadería y la producción de leche. Sin embargo, el retroceso de este sector ha sido notable desde la entrada de España en la Unión Europea, ya que miles de ganaderos se han visto obligados a abandonar la producción a lo largo de las últimas tres décadas.

Los escasos ganaderos que resisten hoy en día en Cantabria se agrupan, principalmente, en tres grandes cooperativas, las cuales han sido avisadas por las dos grandes compradoras, Central Lechera Asturiana y Lactaris, de que 2,5 millones de litros al mes no tienen mercado.

Esta situación se debe a que el pasado 1 de julio vencieron numerosos contratos de venta de leche y varios intermediarios han abandonado el mercado de Cantabria y de Castilla y León, obligando a los ganaderos a vender el litro de leche a precios que rondan entre los 27 y los 30 céntimos (en ocasiones el precio se reduce hasta los 0,24 €), cuando el precio de producción de un litro se sitúa entre 36 y 38 céntimos.

Ante esta problemática, los ganaderos denuncian que "de la regulación se ha pasado a la libertad, y eso tiene un precio y unas consecuencias" y reclaman que el Estado tome medidas para paliar la crítica situación por la que atraviesan.