Muchos jóvenes no pueden disfrutar de unas vacaciones porque durante el verano trabajan por conseguir un dinero que les permita aportar a su familia, costearse unos estudios cada vez más caros o directamente obtener un sueldo que les permita subsistir durante al año. Como es en la costa donde se genera una gran cantidad de empleo en verano, muchos se desplazan ahí.
Las dos características claves del empleo en la costa son la temporalidad y la precariedad. De esta manera, los capitalistas del turismo se lucran con la ayuda de Empresas de Trabajo Temporal (ETT) como Adecco. Y, además, en muchos casos, los jóvenes tienen que dedicar una parte del salario a costearse el lugar de alojamiento en esas fechas, pues no tienen alojamiento ahí ni la empresa se lo ofrece.
Este es el futuro que proporciona la Unión Europea a la juventud, convirtiendo nuestro país en el "parque de atracciones" de Europa, mientras los jóvenes de la burguesía pueden disfrutar de estos meses sin ninguna preocupación acerca de su futuro.
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Cuando hablamos del verano muchas personas piensan en esta época como un período de vacaciones en el que se descansa del trabajo de todo el año. Sin embargo, para cada vez más jóvenes de extracción obrera y popular no es sino otro período en el que deben buscar un trabajo normalmente para aportar un sueldo a su familia o para poder financiarse sus estudios. Se da el caso incluso de la necesidad de obtener un sueldo con el cual subsistir el resto del año. Esto se hace aprovechando el aumento de actividad en el sector turístico o la necesidad para las empresas de cubrir los puestos de trabajo de aquellas personas que se encuentran de vacaciones.
La gran mayoría de esos empleos ligados al turismo suelen estar concentrados en las costas del país, lo que conlleva el desplazamiento de miles de jóvenes fuera de su lugar de residencia en busca del tan ansiado trabajo que les permita aflojar durante el tiempo que sea posible la soga económica que les asfixia. Es precisamente en esta zona geográfica en la que nos concentraremos en este artículo.
Si tuviéramos que buscar una única palabra que definiera el tipo de trabajo que encuentra la juventud esta sería la siguiente: temporalidad. De este modo, en el período de los meses de julio, agosto y septiembre se van a firmar aproximadamente 569.700 contratos temporales superando los niveles de 2008 [1], previos a la crisis capitalista. Solo entre Cataluña y el País Valenciano, primera y tercera comunidad en la que va a haber más empleos temporales, aglutinan cerca del 33% de estos empleos lo que nos muestra la tendencia de la que hablábamos en la que estos empleos se concentran en la zona costera. Un triunfo sin duda para la burguesía que pretende que la temporalidad sea la norma en el empleo pues no debemos perder de vista que el 91,33% de los contratos firmados en el último año son temporales [2].
Y si bien la primera palabra que define el trabajo de la juventud en verano es temporalidad no podíamos por supuesto olvidarnos de la segunda: precariedad. Estos trabajos suelen encontrarse a través de las ETT, empresas conocidas por la oferta del trabajo precario y por ser la apuesta privada para sustituir paulatina y totalmente los servicios públicos de empleo. Solo Adecco, uno de los referentes del sector de las ETT, prevé realizar 130.157 contrataciones [3] de las 569.700 previstas para este verano. Los sueldos para estos empleos suelen cumplir simplemente el salario mínimo o incluso estar por debajo del mismo llegando a verse ofertas de 450€ por un mes de trabajo.
Los empleos que más se ofertan son personal de limpieza, camareros, cocineros, recepcionistas, personal de aeropuertos, transportistas, teleoperadores, animadores, monitores de tiempo libre y socorristas. Todos estos empleos están normalmente relacionados con la hostelería (limpieza, cocina, etc.) y ligados a la estacionalidad propia del verano lo que contradice la tan manida frase de que a través de estos empleos se pueden posicionar ante una empresa de cara a un posible contrato indefinido. Esta posibilidad es, simplemente, imposible.
Como comentábamos se produce además un desplazamiento a la costa para los jóvenes que se desplazan para estos trabajos temporales y precarios por lo que se abre un problema: la búsqueda de un lugar en el que alojarse durante el período de trabajo. Esta búsqueda constituye una odisea y quienes tienen más "suerte" en este aspecto, una gran minoría, son quienes trabajan en un hotel con estancias para los trabajadores o tienen familia o amigos en la población del trabajo con los que poder alojarse. El resto tienen que gastar una parte de su bajo sueldo en buscar un lugar en el que hospedarse mientras cumplen el período de su contrato por lo que suelen acabar en albergues, en 'pisos patera' o simple y llanamente durmiendo en la calle.
Tampoco podemos olvidar que estas condiciones laborales no afectan a todos los jóvenes por igual ya que los hijos e hijas de la burguesía sin duda estarán muy ocupados disfrutando de las distintas ofertas de ocio que ofrece el verano como pueden ser festivales de música o viajes. Un descanso sin duda merecido después de un "duro año de trabajo", un duro año de explotar y lucrarse con el trabajo de otras personas.
¿Y por qué se produce este fenómeno por el cual aumenta el trabajo juvenil ligado al turismo en verano? Dentro del gran mecanismo que es la Unión Europea a España, por su posición geográfica y su clima, le ha tocado ser un país dedicado únicamente al entretenimiento así como a exportar mano de obra barata y cualificada. Un país dedicado únicamente a crear mano de obra servicial y semi-esclava para las vacaciones de sus amos. Así tenemos diversos proyectos como el fallido de Eurovegas, el mega-casino BCN World para el que se invertirán unos 4.400 millones de euros [4], un parque de atracciones de Ferrari en Tarragona [5], el proyecto de la Paramount en Murcia con la participación del infame constructor Samper y financiación de la UE [6], etc. En definitiva, España está destinada a ser el gran parque de atracciones de la UE.
Es por este motivo por lo que podemos observar día a día cómo se destruye nuestra industria, nuestra minería y nuestra flota pesquera por poner como ejemplo los sectores más castigados por la división internacional del trabajo propuesta por la Unión Europea. Es por este motivo por el cual a los jóvenes de extracción obrera y popular se les condena a una vida de miseria, de hambre y paro alternado con empleos temporales y precarios. Es por este motivo también por el cual a esta juventud no le interesa la permanencia dentro de la UE ni tampoco el sistema capitalista ya que estos son los dos únicos motivos por los que se encuentra en esta situación.
Fuentes:
[1] http://www.randstad.es/nosotros/sala-prensa/randstad-12-05-14
[2] http://www.sepe.es/contenido/estadisticas/datos_avance/pdf/contratos/contratos_acum_provincias.pdf
[3] http://www.adecco.es/_data/NotasPrensa/pdf/573.pdf
[6] http://www.laverdad.es/murcia/201406/21/samper-espera-millones-para-20140620230010.html
