A finales del pasado año el Parlamento Europeo aprobó el "Plan de Garantía Juvenil" destinado a facilitar las condiciones de contratación a las patronales de los países con más paro juvenil, a consta de aumentar la explotación de los jóvenes trabajadores y el expolio de los recursos públicos.

Este plan ha comenzado a ponerse en marcha en las diversas Comunidades Autónomas con diferentes nombres. Es por ello que volvemos a recordar nuestro rechazo a este Plan que condena a la juventud a un futuro de trabajo precario y pobreza.

........

No es la primera vez que Tinta Roja trata el Plan de Garantía Juvenil y posiblemente tampoco sea este el último artículo al respecto. La clase dominante, banqueros y empresarios, necesitan recuperar sus beneficios, en vista de la crisis actual (generada por los propios explotadores) han decidido recuperar estas ganancias del único modo posible: aumentando la explotación del pueblo trabajador, robándole todavía más parte de su trabajo, reduciéndonos a la miseria. Sin embargo los capitalistas no son tontos, no pueden mostrar su barbarie de forma tan directa, la intentan (inútilmente) esconder con frases bonitas, nuevas, sutilezas que pretenden embaucar y engañar, nos hablan de buenas intenciones e ilusiones mientras nos arrebatan nuestro futuro y el Plan de Garantía Juvenil no es sino uno más de otros tantos ataques contra el pueblo trabajador encubierto de bellas palabras y promesas, todo ello recetado por la imperialista Unión Europea.

Esta directriz de la burguesía europea sólo persigue aumentar la explotación, por un lado flexibiliza y ahonda la explotación de la juventud obrera mediante contratos de formación en los que el joven simplemente cobra menos (un salario inferior al 75-85% del convenio) y mientras trabaja debe estudiar y, al mismo tiempo, da todo tipo de beneficios al empresario con dinero público, ya sea a las ETT que se encargan de buscar el trabajo o al patrón que contrata al joven eximiéndole durante cierto tiempo, total o parcialmente del pago de la Seguridad Social así como de contingencias comunes incluso, se llega al desbarajuste de que las Comunidades Autónomas podrán dar ayudas de un 50% del salario mínimo durante un año a los capitalistas que contraten a un joven por más de seis meses.

Estos son algunos de los beneficios que obtiene el patrón del dinero público para que pueda explotar mucho más cómodamente al joven obrero, es una entrega de 2.358,7 millones de euros a los capitalistas europeos, dinero obtenido mediante los impuestos, impuestos que no son más que parte de los mermados salarios de los trabajadores o parte de la riqueza robada a la clase obrera por los capitalistas (plusvalía). Resulta que este "maravilloso" plan europeo no es sino más de lo mismo, un ajuste del mercado laboral a los intereses de los explotadores contra los intereses populares y, en último término y haciendo piruetas para esconderlo, una profundización de la explotación y robo capitalistas mediante la entrega de ingentes cantidades de dinero público a manos privadas.

Lo más sorprendente de este nuevo ataque a la juventud obrera no es su contundencia, ni su vileza, ni tan siquiera la sutileza con la que nos lo venden, no, lo más sorprendente es como partidos de la "izquierda radical" promovieron este plan, los verdes europeos, el Partido de la Izquierda Europea (en el cual encontramos a Izquierda Unida) que enarbolaron la ideología dominante y defendiendo que es el empresario y no el pueblo trabajador quien crea la riqueza argumentando así que hay que ayudar al empresario, y no al pueblo, para salir de la crisis.

Debemos recordar que estas organizaciones, que tal vez ahora se manifiesten contra el Plan de Garantía Juvenil, no piensan más allá de la mentalidad dominante, que defienden a capa y espada la necesidad de la UE y pretenden cambiarla por dentro. Podemos, IU... Pretenden hacernos creer, con las mismas sutilezas que usa el gobierno para colarnos sus recortes, que se puede cambiar desde dentro un sistema creado para someternos y robarnos. Pretenden que tengamos ilusiones y sueños imposibles, falsos, esperanzas que no pueden hacer realidad, pues ellos mismos luchan por que no se cumplan. La raíz del problema no está allá, entre parlamentos y politicuchos, sino en la vida real y diaria, en ataques como el Plan de Garantía Juvenil. Sólo desde la base podremos cambiar las cosas, nunca desde las instituciones creadas para explotarnos, ellos quieren que así lo creamos, que confiemos en sus mentiras. Mientras esta "izquierda radical" debate en parlamento y televisión, sin llevar a cabo ninguna acción real, mientras sus líderes se codean en platos televisivos con nuestros explotadores, mientras reciben jugosos sueldos, mientras todo eso sucede, nuestra clase debe afrontar la cruda realidad, la juventud debe enfrentarse a un trabajo precario y un mísero sueldo el cual se ve obligado a aceptar.

A esto es a lo que nos han llevado las buenas palabras y las falsas ilusiones, más de lo mismo, más explotación, más pobreza.

Nuestra tarea, como comunistas y revolucionarios, es la de organizar una respuesta popular a estos ataques, organizar y armar de conciencia las luchas obreras para así afrontar los continuos ataques de la patronal, y, al mismo tiempo, debemos desenmascarar a los oportunistas desmantelando sus discursos demagógicos cuyo único fin es la distracción del pueblo.