Desde la entrada en vigor de la reforma laboral, hace ya tres años, la precariedad en el empleo juvenil ha ido ganando cada vez más terreno, hasta alcanzar una situación en la que los derechos laborales son prácticamente nulos. Dos recientes informes, elaborados por los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, arrojan nuevos datos que confirman un panorama absolutamente desolador.
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Los jóvenes venimos cobrando un salario notablemente inferior al de los trabajadores de más edad desde el inicio de la crisis estructural capitalista. Aunque lo haga aparentemente en paralelo al del resto de la clase trabajadora, el sueldo de los jóvenes obreros ha sufrido un brutal descenso durante los últimos años de crisis. Al tiempo que aumentan las jornadas parciales y los contratos de cada vez menor duración, la tasa de paro de los menores de 35 años asciende al 47%, según el informe de la Unión General de Trabajadores (UGT) de Salamanca1. Según este informe, además, los menores de 35 años cobran 2,4 veces menos que el resto de los trabajadores de mayor edad, siendo las mayores perjudicadas en este sentido las mujeres trabajadoras jóvenes, quienes cobran un 18% menos que los hombres. Si el salario medio anual de un joven trabajador es de unos 10.360 euros, esto supondría unos 1.950 euros menos en el caso de las mujeres, lo que pone de relieve una vez más la doble opresión a la que es sometida hoy en día la mujer trabajadora.
La organización de Comisiones Obreras (CCOO) de Granada saca a la luz otro estudio al que han titulado "Los jóvenes en el mercado de trabajo andaluz" 2. En él, se recoge que la provincia andaluza cuenta en la actualidad con la espantosa cifra de 69.500 jóvenes menores de 35 años en situación de desempleo. De aquellos que cuentan con un empleo, más de un 48,5% lo hace gracias a un contrato temporal. La tasa de parcialidad, es decir, jornadas reducidas, es del 25%. Este estudio subraya que el salario medio de un joven granadino de entre 26 y 35 años – que tenga la "suerte" de cotizar - oscila entre los 11.437 euros anuales, lo que equivaldría a 816 euros mensuales contando con catorce pagas. Para los jóvenes recién incorporados o no al mercado laboral, esto supone un 28,7% menos que la media provincial. Esta situación empeora todavía más entre los menores de 25 años, quienes son sometidos a unas tasas de parcialidad y temporalidad notablemente más altas. Los cotizantes de entre 18 y 25 años cuentan con un salario medio anual que ronda los 4.995 euros, apenas 356 euros al mes, con lo que resulta una ardua tarea costearse los gastos o pagarse los estudios, por no hablar de independizarse.
Muchos de estos jóvenes suelen ser, en su gran mayoría, recién licenciados, los cuales ejercen de conejillo de indias para las empresas, que ven en ellos la oportunidad de aplicar cada vez más y más abusivas nuevas modalidades de contratos en prácticas, con jornadas extremadamente reducidas y unas condiciones pésimas que, la mayor parte de las veces, ni siquiera llegan a ser cumplidas. Por ello, para los jóvenes, la transición de las clases al mercado laboral, que debería suponer un momento único en nuestras vidas, resulta hoy un episodio aterrador, ya que esto significa aventurarse hacia un mercado laboral que apenas nos ofrece la oportunidad de trabajar para ser un poco menos pobres.
Y es que en menos de un mes, ya son varios los informes que han salido a la luz con datos de este tipo, de los cuales los comunistas siempre procuramos estar atentos y hacernos eco, ayudando así a la juventud a analizar la situación de la que son víctimas por culpa de las injustas políticas anti obreras que promueve y lleva a cabo la burguesía en su desesperada lucha por salir a flote. Para ello, y a paso cada vez más acelerado, se prepara un mercado laboral inclemente para nosotros, los jóvenes trabajadores, y favorable a las empresas y a los grandes monopolios que se apropian de nuestro trabajo.
La inexperiencia, la necesidad o la desesperación, se convierten rápidamente en una vía libre para obligar a la juventud obrera a soportar todo tipo de abusos, aceptando puestos de trabajo mal remunerados y que en absoluto se ajustan a nuestras inquietudes e intereses, en un sistema para el que no cabe recuperación alguna. Para nosotros no cabe ninguna duda: la solución, pasa por organizarnos en nuestros puestos de trabajo, al lado de nuestros compañeros de plantilla más conscientes.
Notas:
[1] El salario medio de los jóvenes trabajadores baja hasta 740 euros al mes, 18-02-2015
[2] Los jóvenes en el mercado de trabajo Andaluz
