El sensacionalismo o amarillismo ha experimentado un crecimiento enorme en los últimos años, buscando los medios de comunicación cada vez más la provocación de emociones en el lector antes que transmitir información seria. Las necesidades de la burguesía por ocultar los problemas reales le hace desviar la atención de la población general hacia determinados asuntos más escabrosos sin ningún tipo de pudor y con escaso rigor.
Los orígenes del sensacionalismo. El caso de Pulitzer y Hearst.
En el mundo del periodismo hay dos diferenciaciones clásicas acerca de los medios de comunicación según su rigor e interés, esta diferenciación establece la división de todos estos medios entre la denominada "prensa seria" o de investigación y la "prensa amarilla". La prensa seria hace referencia a ese tipo de prensa que busca contrastar sus informaciones con varias fuentes y que busca transmitir una información veraz al lector, sin intentar guiar la opinión del mismo hacia unos fines concretos. Por el contrario la "prensa amarilla" buscará crear emociones en el lector, buscando mediante el morbo y los titulares llamativos guiar su opinión hacia una posición determinada.
Hecha esta diferenciación, que es importante a pesar de que hoy en día la deriva sensacionalista ha impregnado todos los medios de comunicación españoles, podemos ver como este interés por la noticia de extrema actualidad se remonta a los primeros periódicos de masas. Ya a finales del siglo XIX vemos en EEUU una pugna entre dos periodistas, hoy idolatrados, como son Joseph Pulitzer (The New York World) y William Randolph Hearst (The New York Journal). Estos dos directores de periódicos de Nueva York alcanzarán tiradas millonarias en la época de la guerra entre Estados Unidos y España por el control de Cuba en 1898 mediante el dudoso honor de inventarse noticias con el fin de generar interés en la población por la guerra, llegando a financiar la misma para que se mantuviera activa. Será en esta época en la que adquieran una especial importancia las tiras cómicas pujando ambos directores por contratar a los mejores dibujantes y llenando sus periódicos con ellas.
El caso español, de la prensa de sucesos a los medios de desinformación actuales.
La prensa española tradicionalmente se había declarado libre de amarillismo gracias a la creación de determinada prensa especializada precisamente en los temas más susceptibles: Lo conocido como "sucesos" y que recogía todo tipo de noticias acerca de accidentes, asesinatos, robos, violaciones etc... Con el tiempo esta prensa de sucesos desaparecerá siendo absorbida por los periódicos tradicionales que llenarán cada vez más páginas con éstos sucesos relegando la investigación a un segundo plano.
Este es el caso de periódicos como el País o ABC que a pesar de tener una línea editorial muy marcada no recurrían a las noticias escandalosas como medio principal para venderse al gran público, algo que irá cambiando con el tiempo y derivará en las tiradas que podemos ver hoy en día.
La tradicionalmente conocida como prensa rosa ha trascendido de los meros cotilleos sobre famosos y ha impregnado hasta la más mínima noticia, banalizándola y relegando la lectura de la prensa a leer el impactante titular desechando un cada vez menor cuerpo de texto. Este tipo de prensa abusara de grandes imágenes acompañadas de titulares con un tamaño de fuente abusivo con el único fin de alarmar al lector.
Un ejemplo doble es la publicación del ABC del 7 de febrero de 2015, donde en su octava página se hace eco de que la prensa venezolana (evidentemente contraria al gobierno del PSUV) denomina a Pablo Iglesias el "Chávez español". No obstante, esta supuesta noticia no se queda ahí aprovechando el autor el cuerpo del artículo para expresar opiniones tan "objetivas" como: "Desde la caída del Muro, a este lado del mundo no se habían visto unos programas económicos tan desfasados y bananeros como los que proclama y reparte Podemos" Es curioso cómo este periódico, que había presumido durante años de supuesta sensatez, recurra de manera tan gratuita al insulto haciéndose eco de un periódico que perfectamente podría ser un panfleto de las juventudes de VOX.
Realmente me provoca curiosidad cuál será su reacción una vez lean el proyecto político del PCPE porque pueden dejar aquella célebre portada de la Gaceta como una simple chiquillada e inventarse supuestas referencias de la prensa surcoreana acerca de, por ejemplo, que tenemos un corte de pelo similar al de Kim Jong Un. Al margen de esta pequeña broma y aprovechando la alusión, pocos ejemplos existen más gráficos (y a la vez cómicos) de amarillismo en nuestro pasado inmediato que esta portada que el periódico de Intereconomia nos dedicaba a los CJC el 8 de abril de 2013.
Es un honor que La Gaceta considere más importante nuestra Brigada a Corea del Norte realizada varios meses antes que, por ejemplo, la muerte de Margaret Thatcher o el embargo a un encausado de los EREs de Andalucía de propiedades por valor de casi 700 millones de euros hechos que sucedieron ese mismo día. Me queda pendiente hablar con alguno de los que acudieron a dicha brigada a ver si es verdad que en algún momento no pudieron evitar el tirarse por alguna ladera pero hasta donde yo sé se limitaron a recorrer distintas ciudades norcoreanas.
La prensa hoy: el caso de Aylan Kurdi.
El sensacionalismo, con la crisis, ha ido infiltrándose poco a poco en los principales artículos de la mayoría de medios de comunicación ya sea escrita, radiofónica o audiovisual hasta llegar al punto en el que nos encontramos hoy en día, donde juegan con nuestra opinión como si de una partida de ajedrez se tratase y nosotros no supiéramos si jugamos con blancas o negras.
Primero nos generan simpatía por los "rebeldes" sirios, justos luchadores contra el "tiránico régimen de Al Assad" y nos inculcan que hay que ayudarles pero apenas un año después se topan con la cruda realidad de toda la población siria que vivía en paz y que ahora se encuentran en la miseria y en la guerra.
Será el momento de cambiar y guiar nuestro foco de atención no hacia estos rebeldes que acabarán conformando el Estado Islámico sino hacia los refugiados que huyen de su barbarie.
Al respecto de los refugiados nos encontraremos diversas opiniones pero que se podrían agrupar en dos: Quienes apostarán por promocionar el freno a la entrada de refugiados y quienes aludirán a la situación de los refugiados como un drama.
Las opiniones se unificarán de forma escabrosa y con gran cinismo con la publicación de la imagen de un niño sirio ahogado. En breves horas todos los medios se hicieron eco de la imagen y la utilizaron con distintos eslóganes con una búsqueda de morbo totalmente indignante. El 20 minutos, el ABC o El País no dudarán en emplear la imagen y la historia del niño sin ningún tipo de pudor.
Durante esas semanas todos rezamos por Aylan y dimos la bienvenida a los refugiados para, al poco tiempo, enterrar nuestro interés por los refugiados en el cajón del olvido junto al "Je suis Charlie" y demás eventos pasados igual que acabaremos enterrando el recuerdo de los 130 asesinados de París dentro de pocos meses.
¿La razón? El periodismo no busca hoy en día dar enseñanzas morales ni tiene fines humanitarios. El periodismo hoy es cúmulo de empresas y, como tal, su fin es ganar dinero aunque para ello tengan que ser Charlie, Aylan Kurdi o un asesinado en Bataclan mientras reporte beneficios.
Cristian Ferrer es Director de Tinta Roja
