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Vie29032024

Última actualización09:36:03 AM GMT


¿Quién puede militar en el sindicato estudiantil?

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Los comunistas otorgamos enorme importancia al sindicato estudiantil como herramienta del estudiantado para hacer frente a los ataques que recibe del Estado capitalista en aquel ámbito que pasa buena parte del día, que es su centro de estudios.

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Se trata de una pieza clave en el proceso de elevación de consciencia de los alumnos, pues con él y dentro de él, cada integrante puede darse cuenta mediante la lucha de qué lado de la barricada le conviene tomar, en este caso al lado de la clase obrera y en contra de la burguesía.

El estudiantado es un sujeto heterogéneo, pues no se trata de una clase social sino más bien de un grupo dentro del cual podemos encontrar numerosas capas de la sociedad. Estudiante es el que estudia, muchas veces un jóven que no tiene todavía una relación determinada con los medios de producción y cuya clase social viene determinada por la de su família.

En España es obligatorio, al menos sobre el papel, obtener una enseñanza básica cursando estudios de primaria y secundaria. Así pues, en los colegios y los institutos públicos encontramos personas procedentes de capas sociales muy distintas, pues supuestamente todos nuestros hijos deben pasar por esa etapa educativa. Eso es algo que también sucede en las universidades públicas.

Todos los problemas en la sociedad capitalista derivan de la contradicción capital-trabajo. Esto significa que están directamente relacionados con el modo de producción imperante: el capitalista. Cuando se producen recortes en educación, ello tiene mucho que ver con la actual crisis sistémica, que empuja a la burguesía a tratar de remontar sus ganancias a costa de nuestro sufrimiento.

Por lo tanto, la lucha de los estudiantes por sus derechos tiene que acabar ligándose, necesariamente, con la lucha contra el sistema capitalista. Se trata, pues, en última instancia de una lucha de clase, en el sentido de que los estudiantes deben acabar entendiendo que el origen de todos sus problemas es un sistema social que sólo puede ser enterrado por la clase obrera.

Los ataques de la burguesía a través de su Estado hacia la educación pública los sufre el conjunto del estudiantado, eso es innegable. De ahí que cualquier estudiante sea susceptible de movilizarse y organizarse para combatirlos.

Pero tampoco podemos cerrar los ojos a una evidencia: que esas agresiones no afectan por igual al conjunto de los alumnos de los centros de estudios. Cuando suben las tasas en la universidad pública, no tendrá los mismos problemas para afrontar los gastos un hijo de humilde família trabajadora que los vástagos de un pequeño burgués, mucho menos los de un gran empresario.

Generalmente, haciendo abstracción de casos y particularidades concretas -que siempre los hay en la realidad social-, el hijo del burgués no responderá a las agresiones del Estado capitalista de la manera que lo hace el hijo del obrero. Sus necesidades objetivas no son las mismas.

Es por eso que el sindicato de estudiantes -de todos los estudiantes- defiende realmente los intereses del estudiantado de extracción obrera y popular y estará normalmente nutrido por él.

La lucha de clases también está en los centros de estudios y el sindicato estudiantil no es algo ajeno a ello. Toma posición y se sitúa al lado de los intereses y las necesidades de los hijos de la clase obrera. Por supuesto, todos aquellos alumnos de otra extracción social que abren los ojos ante los problemas de los estudiantes obreros, pueden organizarse en el sindicato estudiantil.

Es por ello que el sindicato estudiantil, tal y como lo entendemos los comunistas, es una estructura abierta potencialmente a todo el estudiantado, pero con una condición muy clara: que acepte defender los intereses y las necesidades del estudiantado de extracción obrera y popular, reflejados en los documentos internos y estatutos de la organización. No vale entrar para conseguir una educación concertada, tasas "razonables" o una simbiosis con la empresa privada. Quién ingresa en el sindicato estudiantil lo hace, en última instancia, aceptando que está en una estructura que batalla por la educación pública, gratuida, científica y de calidad sin ingerencia alguna de la empresa privada en ella. Porque un hijo de burgués puede permitirse que la universidad sea privada y tenga precios prohibitivos, pero no es el caso de los jóvenes trabajadores.

Por supuesto, mucha gente cuando ingresa en el sindicato estudiantil no lo hace atraído por sus intenciones de luchar por una educación verdaderamente pública y calidad, sino porque necesita afrontar un problema concreto. Eso es perfectamente normal, dado el actual nivel de consciencia del estudiantado en general, y no debe ser un impedimento para su entrada. Mediante la lucha y la experiencia, y también con la intervención de los comunistas, entenderá porqué ese sindicato suyo defiende lo que defiende y cual es la relación con la problemática que le empujó a militar.


Domenec Merino es Subdirector de Opinión de Tinta Roja.

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