Es comprensible que observando el papel que están jugando las direcciones de los grandes sindicatos rechacemos afiliarnos a ellos porque no queramos compartir barricada con los traidores Toxo y Méndez. Pero si rechazáramos participar en ellos nos aislaríamos de una gran masa de trabajadores que aún siguen afiliados a ellos y además desaprovecharíamos una forma legal de lucha que sigue siendo útil para defender los derechos laborales y más aún de los jóvenes trabajadores.

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En la situación actual marcada por la crisis general del capitalismo, la juventud obrera es uno de los sectores más afectados y marcados por unas condiciones laborales totalmente precarias. La inestabilidad a la hora de mantener un puesto de trabajo, los contratos en prácticas, las horas ilegalmente trabajadas, y un largo etc, marcan lo virulento de esta situación.

Esto, como no podía ser de otra forma, afecta a la relación directa que tienen los jóvenes trabajadores con los sindicatos. Por una parte la inestabilidad laboral hace que muchos trabajadores no tengan claro a qué sindicato o federación afiliarse, por tanto directamente no lo hacen. Otro factor importante es el miedo, que va estrechamente unido a lo anterior, debido a esta inestabilidad, para muchos jóvenes lo mejor es pasar el poco tiempo que estén contratados sin "dar problemas" al patrón. Y por último debemos remarcar la campaña de desprestigio hacia la forma de organización sindical que los medios de comunicación burgueses están realizando con éxito apoyados por movimientos expontáneos como el 15-M, lo cual directamente a creado un sentimiento de rechazo hacia cualquier tipo de organización, en este caso y concretamente en el plano sindical.

Pero la juventud obrera no puede obviar la herramienta fundamental que es el sindicato para llevar a cabo nuestras reivindicaciones más inmediatas, conocer nuestros derechos laborales, así como la jurisdicción legal, tener un respaldo jurídico, etc.

Y ¿cuáles son las ventajas para los jóvenes a la hora de estar afiliados en un sindicato? Primero, los sindicatos disponen de una estructura de defensa legal que permite solucionar cualquier tipo de duda laboral o directamente interponer una denuncia si se están aprovechando de nosotros. Además, al ser una entidad organizada, disponen una estructura administrativa que nos puede permitir dar apoyo en caso de que deseemos organizar una sección sindical para luchar en nuestro de trabajo por mejorar las condiciones laborales. Posteriormente, en las elecciones sindicales, también podremos presentar una candidatura contando con el respaldo del sindicato.

Segundo, es mediante la organización de los trabajadores como se comienza la disputa de la plusvalía que nos arrebata a diario nuestro empleador. Y será solo mediante la organización de la clase obrera, con la intervención de los comunistas como vanguardia de ésta, que se conseguirá elevar la conciencia hacia niveles de lucha mayores. No olvidemos que la clase obrera es el motor de la revolución.

Segundo, cuando un trabajador es elegido por sus compañeros como delegado sindical al dirigir la lucha común, esta responsabilidad le permite disponer de más información de la empresa, tomar parte en la negociación de los convenios, disponer de horas remuneradas para organizar la lucha, etc. Además de disponer de una cobertura legal que impide a la empresa despedirlo.

Teniendo acceso a todo lo anteriormente citado es fundamental el compartir la información con los compañeros, el dar a la asamblea de trabajadores esa importancia vital a la hora de tomar decisiones sobre su propia situación, el ir generando el concepto de unidad entre todos los trabajadores.

La propuesta que el PCPE y los CJC planteamos a los trabajadores como superación de la división sindical que se traslada notoriamente a la división en el propio centro de trabajo entre los trabajadores que son explotados por el mismo patrón, son los Comités para la Unidad Obrera, a través de los cuales, independientemente del sindicato al que un trabajador esté afiliado, se superará esta división y la burocracia sindical para dejar paso a la organización desde la base de los propios trabajadores de un centro de trabajo.