Continuando nuestras entrevistas, toca el turno al Director de Tinta Roja, Adrián J. Bertol, al cual hemos preguntado acerca de temas relacionados con la propia revista y sobre las páginas de información dirigidas principalmente a la juventud. En otro orden de cosas, también le hemos preguntado sobre las preocupaciones de la gente joven hoy en día, su despreocupación por la política y acerca de si realmente es posible un movimiento revolucionario en pleno siglo XXI.

¿Cuál es el origen de Tinta Roja? ¿Con qué intención nace la revista?

"Tinta Roja" como tal surge en octubre de 1997. Anteriormente la revista se llamaba "Juventud". Este nombre es un nombre histórico para la organización juvenil comunista en España pues ya se usó durante los años 30. Se retomó en 1986 con motivo de la fundación de los Colectivos de Jóvenes Comunistas y recientemente se ha usado para una edición especial con motivo del 30 Aniversario de la organización.

Bien se llamara "Juventud" entonces o ahora "Tinta Roja", se trata del órgano de expresión de los CJC, es decir, el medio a través del cual la Juventud Comunista traslada sus posiciones políticas. En general hay una línea de continuidad a lo largo de todos estos años. En los diferentes números se puede leer acerca del movimiento estudiantil, la juventud trabajadora, los problemas en los barrios o la lucha contra las guerras imperialistas.

¿Ha habido una adaptación a los nuevos tiempos?

Por supuesto. Aparte de la edición en papel, que ahora mismo es de 2000 ejemplares en cuatro lenguas (castellano, catalán, euskera y gallego), disponemos de un portal digital actualizado de manera continua (www.tintaroja.es). En él se publican artículos diariamente. Algunos sobre temas políticos muy claros y otros sobre temas juveniles más generales pero que también tienen importancia para los jóvenes.

Asimismo, estos artículos son publicados en las redes sociales de la organización (Facebook, Twitter) a través de las cuales llegan a miles de lectores. Desde marzo de 2014, cuando empezamos a hacer seguimiento, el portal de Tinta Roja ha tenido un total de 279.270 visitas y 390.890 páginas vistas.

Hace poco hemos visto cómo se introducían cambios. Ahora no hay noticias y se ha creado una columna de Opinión. ¿En qué ha consistido este cambio?

En el Comité de Dirección habíamos visto que las noticias que publicábamos tenían mucho tirón pero les faltaba "chicha", contenido. Y también que muchos de nuestros artículos de opinión eran excesivamente extensos. Así surgió la idea de crear un tipo de artículo intermedio, que fuera muy concreto al estilo de una noticia pero que también tuviera algo de desarrollo. A este tipo de artículos le hemos dado la mayor importancia en la página, situándose en la columna central. Son los artículos de actualidad, que cuentan con un Comité de Redacción específico con sus propios redactores.

Otros artículos que aparecen en la columna central son los relacionados con el ocio y la cultura. En realidad no son muy diferentes a los de "Actualidad" pero queríamos que tuvieran un apartado propio para así poder tratar más temáticas de este tipo. "Ocio y Cultura" también cuenta con un Comité de Redacción propio con redactores.

Por otro lado está la columna de Opinión, la cual aún está por inaugurar. En ella vamos a publicar artículos más extensos escritos por dirigentes de la organización sobre temas puramente políticos. No podemos olvidar que somos un órgano de expresión y lo nuestro no es solo informar sobre acontecimientos.

¿Os resulta complicado elegir temáticas o habitualmente suele haber suficientes ideas?

No será porque la juventud no tengamos decenas de problemas sobre los que hablar. Por desgracia cada día surgen nuevas ideas porque continuamente la burguesía nos pone nuevas trabas en nuestra vida.

Ser joven de clase obrera es estar jodido. No tenemos ninguna facilidad y continuamente se nos pone la zancadilla. Cuando no es en los estudios con más tasas, es en el trabajo con ampliaciones de jornada. Cuando no es en tu tiempo de descanso con precios abusivos para hacer deporte, es en el coste de la comida, la ropa o la gasolina. El cine debería rodar películas sobre lo difícil que es sobrevivir para un joven obrero hoy y no sobre niños de papá que se montan juergas.

Se transmite una imagen totalmente desencajada de lo que es la juventud. Muchos jóvenes ni siquiera salen ya por las zonas de fiesta y prefieren quedarse en los barrios para no tragarse los precios abusivos que ponen en los bares. En cambio en la tele, en el cine y en las redes sociales parece que los jóvenes estemos todo el día gastando. Eso no es así. No hay dinero para gastar. Incluso en ocasiones algunos jóvenes tiran por la vía fácil que es trapichear o tratar de sacar dinero en apuestas. Pero esto no se puede mostrar como una evidencia de que la juventud tenga dinero, sino más bien lo contrario; demuestra que no tienen y están desesperados por sacar algo.

En Tinta Roja tratamos de hablar de estas cosas. Seguro que nos dejamos muchos temas, pero creo que acerca de algunos hemos sido la primera publicación en sacar algo. ¿Qué página habla de lo caro que es un seguro de coche para el que acaba de sacarse el carnet? ¿Y acerca de las prácticas no remuneradas que sustituyen puestos de trabajo remunerados? Aún con todas nuestras limitaciones en Tinta Roja hablamos de ello.

Hablas de que no hay apenas páginas en Internet que hablen de los problemas de la gente joven. En cambio muchos jóvenes siguen páginas o perfiles en las redes sociales que publican información. ¿Qué opinión te merecen este tipo de publicaciones?

La mayoría de las publicaciones juveniles que se pueden encontrar en Internet son increíblemente sensacionalistas. El formato habitual de estas páginas es intercalar fotografías o videos con párrafos muy breves en clave humorística. Un buen ejemplo lo tenemos en las páginas de Facebook más seguidas. Para nada es malo que haya páginas de humor. El problema es cuando los jóvenes no leen más que páginas basadas en la distracción y no toman conciencia de lo que sucede a su alrededor.

De todas maneras lo que sí se puede ver claramente es que el tipo de páginas que leemos los jóvenes son diferentes a las que leen los "adultos". Los portales de los periódicos de toda la vida no merecen la atención de la mayoría de los jóvenes. En cambio hay diarios digitales que por su manera de escribir y los temas a tratar sí que tienen seguimiento juvenil. Desde luego no hay que buscar una oposición entre la juventud y la vida adulta, pero es obvio que los intereses no son los mismos.

Por eso no es fácil lanzar una revista para la juventud y que ésta la lea. Hay que combinar el carácter divulgativo con el carácter político.

¿Cuál es para ti el principal motivo por el cual muchos jóvenes no toman parte en las luchas e incluso participan escasamente en las elecciones?

No se puede pretender pasar en un tan corto espacio de tiempo de una juventud desmovilizada durante casi 20 años a una juventud plenamente participativa. Más aún cuando todas esas generaciones del lapso que digo de 20 años apenas tienen conocimiento sobre política y participaron muy poco en movilizaciones. Por desgracia éste es el panorama que dejó la contrarrevolución en el bloque socialista en 1991. Quizás seamos la primera generación que toma conciencia después de estos terribles sucesos.

Yo nací precisamente en 1991. Empecé mi actividad política en 2006, con 15 años. Por aquel entonces recuerdo que acudí a una concentración contra el aumento de la jornada laboral a 60 horas semanales, que era la intención de la Unión Europea. En total no estábamos más de 30 personas. La movilización más masiva que recuerdo en por aquel entonces fue en 2008 y no acudimos más de 2000. Hoy en día cualquier convocatoria con un poco de relevancia aúna un número parecido de manifestaciones. En las manifestaciones de las huelgas generales ha habido decenas de miles.

Con esto quiero decir que no hay que tener pesimismo alguno. La organización de la juventud es un proceso lento. Por cada joven que se organiza, otros tres o cuatro van detrás ya que son amigos o compañeros de éste. La cuestión es ir sumando pues esos tres o cuatro nuevos tienen otros tres o cuatro más detŕas que también se unirán. Y así progresivamente.

Quizás el mayor problema de una ausencia tan prolongada de luchas sea que ésta afecta a las posibilidades que encuentran los jóvenes en las familias cuando toman conciencia. Acerca de este tema ya hablé en un artículo que se puede leer ("El pulso continuo de los jóvenes comunistas con sus padres", 15 de abril de 2014). Muchas veces los jóvenes encuentran los primeros inconvenientes a la hora de organizarse en sus propios padres, que no comprenden por qué el hijo desea "meterse en líos". Es probable que fuera mucho más fácil ser un joven comunista si la generación de los padres también lo fuera, pero no es así y hay que asumirlo. No volverá a pasar con las siguientes generaciones.

Visto así parece hasta que tengamos que ser muy optimistas acerca del futuro. ¿Realmente crees que es posible una masiva organización de la juventud hoy en día? Es más, ¿crees que es posible una revolución en el siglo XXI?

Esta pregunta la he tenido que responder decenas de veces a mis amigos y a otras personas que he conocido. Es la pregunta que te hacen cuando les dices que eres comunista. Y lo primero que les respondo es que para poder llegar algún día a un cambio radical, revolucionario, antes es necesario que se organicen y luchen. Por supuesto que no hay soluciones milagrosas. Las revoluciones no se dan por simple deseo, sino por que exista una fuerza capaz de realizarlas.

La revolución no se va a dar aquí y ahora. No se dan las condiciones en estos precisos momentos. Pero eso no quiere decir que no sea posible y necesaria. Mientras una inmensa mayoría vivimos al límite para sobrevivir, hay un puñado de gente que disfruta de las riquezas que nosotros producimos. Estas personas, esta clase social, es completamente parasitaria. Vive de nuestro trabajo. Por tanto solo es posible vivir mejor nosotros, los obreros, si se les arrebata lo que nos quitan a diario.

La dictadura de la burguesía se puede observar a diario tanto si miramos el parlamento y las instituciones, como si vemos el nulo poder de decisión que tenemos los trabajadores con respecto al empresario. Es en los ámbitos concretos donde hay que dar la primera lucha. No se puede "empezar la casa por el tejado" dice el refrán, pues igualmente no se puede hacer una revolución sin que primero se den luchas por conseguir las cosas más concretas y estas luchas se organicen. Por eso pienso que un joven comunista sobre todo ha de ser pragmático. Su labor principal es concienciar y movilizar a su entorno. La formación comunista no sirve de nada si no se tiene ese entorno en el que intervenir. El germen de la revolución está en cada estructura organizada que tengan la clase obrera y los sectores populares. La unión de todas estructuras tienen un nombre en España y es el Frente Obrero y Popular por el Socialismo, la propuesta del Partido Comunista de los Pueblos de España.

Para terminar, ¿te gustaría añadir algo más? Es el momento de que te expreses sin ceñirte a una pregunta concreta.

La verdad es que creo que no se me escapa nada. Ahora estamos terminando de preparar la edición numero 29 de Tinta Roja y espero que muchos jóvenes la lean. Aprovecho para recordar que en Tinta Roja estamos abiertos a recibir todas las recomendaciones que tengan nuestros lectores. Nuestro email es Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla

Nos seguimos leyendo en las líneas de Tinta Roja y deseo un buen inicio de curso para todos los estudiantes, así como la adaptación menos dolorosa posible para todos los jóvenes trabajadores que se han ido de vacaciones en verano. Para los que no paramos ni en verano, igualmente, ¡mucho ánimo! Como dice nuestro himno "La Joven Guardia": "Es la lucha final que comienza, la revancha de los que ansían pan; en la revolución que está en marcha los esclavos el triunfo alcanzarán".