La clase obrera está de luto. Esta semana ha comenzado de la manera más trágica posible para el conjunto de los trabajadores, ha comenzado con el dolor y la impotencia que suponen siempre los accidentes laborales mortales.
El lunes al medio día tuvo lugar en el pozo Emilio del Valle, explotación minera de la montaña leonesa, un fatal accidente que se cobró la vida de seis trabajadores mineros. Murieron intoxicados por un escape de grisú, uno de los múltiples peligros a los que se enfrentan en su labor diaria, que dejó heridos a otros cinco trabajadores. Uno de ellos sufrió la intoxicación al acudir audazmente al rescate de sus compañeros y permanece hospitalizado en estado grave.