El Partido Comunista de los Pueblos de España denuncia y condena enérgicamente la persecución desencadenada por la burguesía paraguaya representante de los intereses imperialistas contra la persona del Presidente constitucional de la República paraguaya, y contra el pueblo trabajador del Paraguay.
En sus formas, dicho juicio político transgrede abiertamente la institucionalidad democrática convirtiendo en papel mojado el ejercicio de la soberanía por el pueblo paraguayo, y constituye en la práctica un golpe de estado en el que al Presidente Lugo le es negado cualquier derecho a la defensa y cualquier garantía de legitimidad del proceso.
Este golpe de estado, que cuenta con la decidida repulsa del pueblo paraguayo y de los gobiernos de numerosos países vecinos, representa la intenciones criminales de la burguesía paraguaya que actúa al servicio de sus propios intereses oligárquicos y del dictado del imperialismo yanqui, quien ha conspirado una y otra vez contra todos los gobiernos populares y progresistas de América Latina intentando suplantar a los legítimos representantes de la voluntad popular por sus propios peones.