
Todo el mundo habla de los millenials, ni siquiera se ponen de acuerdo con qué generación es la millenial y en cada artículo y en cada boca se oyen cosas distintas. Que si hiperconectados a Internet y a las redes sociales, que si frustrados, que si engreídos, que si demasiado preparados para la miseria laboral, que si nihilistas, que si activistas sociales, que si inestables, que si demasiado ambiciosos, que si tecnología, que si emprendedores, que si idealistas, maleducados, individualistas, lloricas, bla, bla, bla. Pues verán, los millenials somos algunas de esas cosas y muchas más, y vuestras etiquetas modernas para justificar que vivamos en la precariedad y en la ansiedad, nos las pasamos por el forro del milenio.