Tinta Roja nº19 – Otoño 2012
Guillermo Villaverde, miembro del CC de los CJC
Primeramente, debemos entender que las agresiones imperialistas a un país determinado no son consecuencia de una cruzada con un gran motivo, sino que, por lo general, la espada de Damocles cae según la idoneidad del país como objetivo de agresión en un marco internacional. Es una suma de “meritos” lo que acaba decidiendo a los estados imperialistas a gastar inmensas sumas de dinero en iniciar estos ataques. ¿El criterio? El mismo que para los negocios, máxima rentabilidad al menor coste. Y en este sentido el imperialismo busca romper la cadena por el eslabón más débil.
En esta etapa el eslabón mas débil es Siria, como en su momento lo fue Libia. Así pues, esta guerra no puede entenderse fuera del contexto de planes del imperialismo en la construcción de eso que ha venido a llamarse Nuevo Gran Oriente Medio.