¿Las formas tradicionales de agitación y propaganda han quedado obsoletas o quienes defienden esta postura están equivocados? No es raro escuchar de la boca de un oportunista que hace falta difundir nuestras posiciones de una manera más "moderna", más "llamativa". ¿Pero qué hay detrás de esta idea? Al final el oportunismo pretende dar más importancia a la "forma", al "movimiento", que al hecho en sí que pretendemos transmitir a la juventud.
Los comunistas utilizamos como una de nuestras principales labores de intervención política la agitación y la propaganda a través de muy diversas e imaginativas formas, que permitan desarrollar la conciencia política en todos sus aspectos, denunciar todas las formas de opresión del sistema capitalista para permitir crear esa conciencia amplia y global de todos los jóvenes de extracción obrera y popular que lleve a que se desprenda la necesidad de la lucha por el socialismo. Ahí es donde radica esencialmente la línea de diferenciación de las posturas revolucionarias con la de los reformistas, la cuestión de la forma y del contenido agitativo.
 
 









 
					 
					 
					 
					 
					 
					










