Las clases trabajadoras y populares han tenido siempre muy limitadas sus posibilidades de acceso al mundo del arte. Tanto el más difícil acceso ciertos niveles y especialidades educativas, como la propia realidad laboral, que imposibilita la dedicación de mucho tiempo a las actividades artísticas y a su desarrollo, son obstáculos que no tienen otras capas sociales más privilegiadas.Sin embargo, a pesar de ello,de las filas de la clase obrera han salido grandes artistas a lo largo de las últimas décadas de historia, y Alberto Sánchez, escultor y pintor, es una de estas excepciones.