Es muy conocida la consigna de una "Educación pública, gratuita y de calidad". En tres reivindicaciones recoge bastante bien cuál es la aspiración de los trabajadores y los sectores populares con respecto a la educación y otros servicios sociales. Pero, cuando se habla entre los universitarios respecto a las tasas, ¿la educación gratuita automáticamente supondría la incorporación real de la clase obrera a la universidad?
Hay otra larga serie de motivos que excluyen a los hijos de los obreros de la universidad. La inquietud por los estudios se cultiva a lo largo de muchos años de acceso a actividades culturales y al conocimiento, para lo cual primero hay que poner muchas más facilidades para aumentar la cultura y el conocimiento; luego no es posible un interés por ello si la existencia a la que se condena es mísera y bruta; y tampoco ayudan todos esos expertos que hablan para si mismos y son imposibles de entender por la inmensa mayoría del pueblo.