
La decisión de estudiar Medicina es, sin duda, una de esas que marcan definitivamente la vida de un estudiante. Va seguida de una serie de sacrificios requeridos para salvar muchos años de estudio y dedicación. Hoy en día, estos sacrificios sobrepasan lo meramente académico, comenzando ya en bachillerato con la prohibitiva nota de corte (de las más altas del espectro) y acaban, tras seis arduos años de estudio y rotaciones por hospital a precio de oro (en Madrid, pasando los 2000€ en primera matrícula por curso), con el famoso examen MIR para elección de especialidad.



















