Habitualmente se nos achaca a los comunistas que no respetamos los Derechos Humanos. ¿Pero qué contenido hay detrás de estos derechos? ¿Qué intereses de clase hay detrás? ¿Acaso es cierto que los países comunistas no los han cumplido? Tinta Roja elaboramos una respuesta a la duda que nos planteaba un camarada leonés.
Los Derechos Humanos son, en la actualidad, una bonita coletilla en la boca de las distintas fuerzas políticas. Son, además y de forma irónica, una excusa que parece que justifica casi todo.
En una primera lectura podemos considerar que los Derechos Humanos (DDHH de aquí en adelante) son el todo y la nada. El todo porque parecen haber alcanzado ese ideal de mínimos que toda persona debe tener y que todo Estado debe asegurar (cuestión que parece haberse conseguido, en el papel al menos, ya que todos los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas han ratificado al menos uno de los tratados internacionales sobre derechos humanos y, de hecho, el 80% de ellos ha ratificado cuatro o más) y la nada porque es una coletilla en boca de todos pero que, si nos paramos a pensar, difícilmente encontraremos ejemplos en los cuales se cumplen. Así, se han invadido, masacrado y saqueado países por ''los Derechos Humanos''. También se tortura en cárceles o en comisarías por ''los Derechos Humanos'', se permite el enjuiciamiento y posterior castigo sin prácticamente pruebas por ''los Derechos Humanos''... y un sinfín de prácticas poco justificables a no ser que, eso sí, se hagan en pro de ''los Derechos Humanos''.
 
 









 
					 
					 
					 
					 
					 
					










